Carta de los Lectores

El plantón ante TSA

El plantón ante TSA

Cartas

En el plantón ante la sede del Tribunal Superior Administrativo, TSA, afectados directos de la contaminación de Punta Catalina, autoridades municipales y legisladores de la provincia Peravia y representantes del Instituto de Abogados para la Protección de Medio Ambiente y del Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático pidieron que se proteja a la población de los efectos dañinos de la central termoeléctrica.

Los representantes de la provincia Peravia y de las organizaciones compararon a Punta Catalina con un volcán que “está arrojando gases ácidos y venenosos, micropartículas de metales pesados, cenizas tóxicas y vertiendo agua hirviente al mar, impactando de manera directa a más de cien mil personas y a su hábitat con graves e irreversibles daños”.

El TSA conoció la acción de amparo en contra de las plantas a carbón después de cuatro aplazamientos. Los jueces concluyeron y dejaron todo listo para fallo. En el plantón hablaron el presidente del Ayuntamiento de Baní, Leónidas Díaz, la concejal Ingrid Carolina Díaz y otras autoridades municipales y representantes de las comunidades aledañas a Punta Catalina.

Toda la provincia Peravia reclama que se solucione la contaminación de Punta Catalina. La profesora Virtudes Martínez, del Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático, rodeada por manifestantes portando cartelones en contra del carbón y a favor de la conversión a gas natural leyó la proclama.

“Nosotros y nosotras, los afectados directos de la contaminación letal de Punta Catalina, las autoridades municipales y los legisladores de la provincia Peravia, así como el Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático y el Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente les solicitamos a los jueces del Tribunal Superior Administrativo que protejan a la población y la producción provincia del volcán de Punta Catalina en permanente erupción.

No se trata de una metáfora poética. Punta Catalina es un volcán en erupción que está arrojando gases ácidos y venenosos, micropartículas de metales pesados, cenizas tóxicas y vertiendo agua hirviente al mar, impactando de manera directa a más de cien mil personas en la provincia Peravia y a su hábitat con graves e irreversibles daños.
Las plantas queman 4 millones de toneladas de carbón al año, producen 400 mil toneladas de cenizas y una gran cantidad de dióxido de azufre, de nitrógeno diez o más veces por encima de todas las normas establecidas, y 6.34 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Por: Enrique de León

El Nacional

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