Por: José Antonio Torres
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El expresidente Leonel Fernández, parafraseando al extinto Joaquín Balaguer, dijo recientemente que sus aspiraciones a la Presidencia de la República para el 2016 estarán sujetas a las circunstancias. El exjefe del Estado, quien ha dado muestra de saber aprovechar las coyunturas políticas, debe actuar ahora con mayor tacto, debido a que la cancha y los jugadores son diferentes.
Es posible que haya sectores de su entorno interesados en una campaña a destiempo, y eso no sería nada saludable para el país ni la carrera política de Fernández, quien apenas cumplió 60 años de edad la semana pasada. Leonel debe asegurarse de que las circunstancias que invoca estén más que justificadas. Hay quienes frente a las aspiraciones tempranas dentro del PLD, le están aconsejando que se lance y puede dar un paso al vacío.
Es un momento el que le ha llegado al ex presidente para demostrar que los líderes dirigen, no se dejan dirigir por quienes tienes sus propias agendas y lejos de procurar la fortaleza de un proyecto político buscan afanosamente mantener su preponderancia e influencia en el líder.
Fernández debe tener en cuenta que las campañas a destiempo degastan, más en el caso de una persona que como él ha ejercicio la presidencia durante 12 años en los últimos cinco períodos de Gobierno. Eso no sería saludable para el país ni para la ejecutoria de Danilo Medina, que a pesar de los problemas de la nación tiene un nivel de aceptación envidiable.
Quizás las circunstancia favorezcan una candidatura de Leonel en el 2016, pero para eso hay que esperar, porque la sociedad requiere un relevo en todos los estamentos. De modo que lo más sensato para un político de su nivel sería esperar y no precipitarse. Recordando que en política se pierde por lento, pero también por ser demasiado rápido.
El tiempo del entorno, no necesariamente es el tiempo de Leonel. Puede que el atraiga los rayos más feroces de la oposición política y de sectores que nunca han militado en partidos, pero puede que el futuro indique todo lo contrario, por eso tiempo al tiempo.

