Página Dos Pulsaciones

En educación: Macos y cacatas

En educación: Macos y cacatas

Fachada Ministerio de Educación (Minerd). Foto de archivo.

Nueve años después que las sombrillas amarillas lograran que el Gobierno cumpliera con la ley que asigna al Ministerio de Educación el 4% en proporción al Producto Interno Bruto (PIB) del Presupuesto General del Estado, todavía hay escuelas en el país con letrinas, lo que ha llevado al ministro Ángel Hernández a advertir que renunciará al cargo si ese drama aún persiste para 2023.

Esa cartera ha administrado durante esos nueve años casi dos billones de pesos, la mayoría de los cuales literalmente se han ido por los retretes que denuncia el ministro Hernández.

Este año la partida asignada a Educación asciende a más de 231 mil millones de pesos, gran parte de los cuales se dirige a gastos de personal, pero otra parte significativa se pierde en el laberinto de la corrupción.

Además de escuelas con letrinas, en vez de sanitarios con tuberías que canalicen las aguas negras, se cuentan por miles los estudiantes que reciben clases en el suelo o sobre taburetes, en locales destartalados porque cientos de miles de butacas o pupitres no fueron entregados por suplidores y porque decenas de planteles no han sido concluidos por razones tenebrosas, lo mismo que las irregularidades en la adquisición de útiles escolares y equipos tecnológicos.

Ha llegado el momento de poner las cuentas claras en el Ministerio de Educación, sin importar los macos y cacatas que afloren desde el fondo del retrete.

El Nacional

La Voz de Todos