La tensión retorna a los hospitales públicos y privados con el paro de 12 horas anunciado a partir del lunes próximo por el Colegio Médico Dominicano (CMD) contra las Administradoras de Riesgos de Salud.

Los médicos no se acostumbran al diálogo, sino que entienden que el castigo a los pacientes es el medio más efectivo para presionar por sus demandas.

Como no hubo satisfacción de sus reclamos decidieron romper el diálogo con el Gobierno y la ADARS para presionar a través de los inhumanos paros hospitalarios.

Y como si no fuera poco con la suspensión de los servicios durante 12 horas, el gremio se declaró en sesión permanente para definir las características y el alcance de las suspensiones de los servicios de salud.

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Solo una propuesta del Gobierno sobre la elaboración de un código para los médicos, la ampliación del Plan Básico de Salud y la igualación de los honorarios detendría, según el gremio, un paro inoportuno e injusto.

Los médicos pueden canalizar sus demandas a través del diálogo, pero se retiraron de la conversación porque la suspensión de los servicios es más eficaz como medio de presión.

De todas formas se tiene la esperanza de que la insensatez se imponga, llegándose a un arreglo que impida la suspensión de los servicios hospitalarios, con su consecuente castigos para los usuarios, sobre todo para los de más bajos recursos económicos.