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En Navidad aumenta circulación de dinero, pero también riesgos de asaltos, robos y estafas

En Navidad aumenta circulación de dinero, pero también riesgos de asaltos, robos y estafas

Históricamente como algo natural, el periodo comprendido entre diciembre y enero registra un alza significativa en la economía del país, por el aumento de las actividades comerciales, consecuencia del incremento en el dinero que reciben los ciudadanos; pero también hay aumentos significativos de los delitos contra la propiedad y la personas en barrios capitaleños.

Esto no es nada nuevo, y se debe principalmente a factores como el aumento de las transacciones financieras (compras y ventas), y a la alta afluencia de público a zonas comerciales cargando dinero en efectivo, pero sobre todo a la necesidad que tienen muchos “padres de familias” que viven del crimen y el engaño, y ven la multiplicación de gastos en sus hogares en estas fechas.

Los actos delictivos, especialmente robos de carteras, celulares, dinero en efectivo, así como hurtos descuidistas en patios y viviendas, además de estafas y engaños se multiplican en las calles y plataformas digitales, en la temporada navideña ya que es una época de gastos y consumos en el que todos quieren participar, aunque no puedan.

Barrios

En distintos sectores del Gran Santo Domingo, residentes han reportado un incremento visible en la actividad criminal. Los métodos son diversos: carteristas en zonas comerciales, ladrones que aprovechan distracciones en parqueos y patios, delincuentes que sustraen celulares en segundos y estafadores que diseñan nuevos mecanismos para engañar a ciudadanos incautos.

“Todos esos alrededores de Alma Rosa, Villa Faro, el Brisal, el Rosal, Mi Hogar, Los Mina aquí en Santo Domingo Este están siendo asediado por motoristas atracadores en las primeras horas de la mañana. Hay que salir ya cuando esté claro. Los policías solo están en los negocios”, dijo Francis Cabrera.

También están los atracos a negocios y personas que tienen la particularidad de se caracterizan por el uso de la intimidación con armas y lo que es mas preocupante, por la violencia. Ambas situaciones dejan una mala experiencia y secuencias psicológicas que afectan la vida de la gente.

La Navidad sigue siendo una época de ilusión, pero también un momento en el que la prudencia se vuelve indispensable, recordando que, mientras muchos celebran, otros ven en estas mismas festividades una oportunidad para delinquir por la abundancia de ingresos, y la llegada de criollos que residen fuera y turistas extranjeros que vienen a vacacionar.

“Yo estaba sentado aquí en mi galería. Y vienen dos hombres en un motor y me dicen que me han enviado dinero de Estados Unidos. No dude porque tengo hijos que me envían dinero. Cuando abrí mi cartera para buscar la cédula uno de los hombres me la arrebato y me robo 10,900 pesos que tenía en ella, y se fueron de inmediato”, narro el señor en silla de ruedas Antoniano Gómez quien vive en Alma Rosa.

Sin justificación

Sin tratar de justificar lo injustificable hay que destacar que detrás de cada incidente hay también una realidad social que se acentúa en estas fechas. Diciembre y enero son meses en el que la presión económica se intensifica, incluso para quienes viven al margen de la ley.

Los delincuentes al igual que cualquier otro ciudadano tienen familias que esperan cena, ropa nueva y juguetes para sus hijos, y por lo extraño que pueda parecer, este contraste se convierte en una peligrosa mezcla que eleva el riesgo para la población trabajadora.

Durante los primeros días de diciembre y sobre todo durante la segunda semana o en días anteriores a Nochebuena, las calles, medios de transporte masivos (metro, guaguas y carros públicos) así como en las tiendas se experimenta un movimiento más fluido, constante y numeroso de consumidores que se convierten en posibles presas de los malhechores.

Asaltos y carteristas

Las zonas comerciales, las paradas de los medios de transporte masivos urbanos  e interurbanos, y las vías son abarrotados en esta temporada por personas que se trasladaran de un lugar a otro; también los carteristas y descuidistas quienes operan con mayor impunidad en la multitud usan estos lugares como base de operaciones.

Los robos sin violencia se incrementan, siendo la distracción y el descuido el arma principal para estos malhechores. Los carteristas se enfocan en bolsos abiertos, mochilas y bolsillos traseros, especialmente cerca de cajeros automáticos, paradas de transporte público y grandes almacenes.

Asaltos, todo el tiempo en esta época, pero muy en especial en las primeras horas de la mañana y después de que se oculta el sol, en lugares de poca vigilancia son ahora el día a día en la capital,  en donde los delincuentes buscan quitar artículos de valor (celulares, joyería y dinero) a los ciudadanos.

Recomendaciones

Se recomienda a la ciudadanía tomar precauciones adicionales durante estas semanas: evitar mostrar grandes sumas de dinero, proteger carteras y celulares, reforzar la seguridad del hogar y desconfiar de extraños que se acerquen, no hacer caso de llamadas o mensajes sospechosos que buscan obtener información personal.

Jorge González

Periodista, fotógrafo, reportajista y editor fotográfico de El Nacional