Dos caballos pastan esta mañana en un alfombrado de verdor intenso, que parece un oasis natural en medio de la bulliciosa vida urbana. Una densa vegetación envuelve la escena, destacando la belleza de la naturaleza en un entorno que, de otro modo, podría parecer desolador.
En el fondo, una hilera de casuchas a orillas del río Ozama, recordando la simplicidad y resistencia de la vida rural frente a la imponente selva de cemento que caracteriza la ciudad moderna.