Tras la derrota en las elecciones de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), dirigentes del PRM han comenzado a disparar misiles, no solo sobre el abandono de la militancia, sino sobre prácticas tan censurables como el nepotismo y el acaparamiento de los empleos.
La cúpula del partido no ha parecido darle importancia a los resultados del proceso, pero no así dirigentes tan influyentes como el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, quien tronó contra funcionarios que han privilegiado familiares y allegados para puestos que pueden desempeñarlos militantes del PRM.
Pacheco, como veterano político, sabe el impacto sicológico de los procesos, pero también del disgusto de los militantes que después de trabajar por el triunfo del partido son soltados en banda por los funcionarios.
La irrupción tal vez no alcance la categoría de crisis interna, pero no deja de ser un aviso de los niveles que
alcanza la creciente insatisfacción frente al Gobierno.
El presidente José Ignacio Paliza, también ministro Administrativo, primero minimizó el disgusto alrededor de los empleos para los perremeístas, pero después anunció que se buscaría una solución.
El ministro de Turismo, David Collado, a quien se ha tildado de perfumado, ha tomado partida en el caso al declarar que el presidente Luis Abinader lo instruyó para realizar un levantamiento de los militantes desempleados. Después de un año en el poder el Gobierno comienza a ver como un problema el desempleo de su militancia.