Adondequiera que vayas encuentras la obra del presidente Luis Abinader. Hospitales y clínicas de asistencias primarias efectivamente equipados y abastecidos de medicamentos, bien limpios y mejor cuidados, donde la población de todos los niveles reciben oportunas atenciones en todas las áreas.
En visitas realizadas a diferentes centros públicos pude contactarlo y apreciar la satisfacción de pacientes, ambulatorios e internados, por el tratamiento que reciben de médicos, enfermeras y el personal de apoyo. “Aquí una puede comer el piso”, comentó una internada en el Dr. Marcelino Vélez Santana, de Herrera, para resaltar la limpieza e higiene en habitaciones y otras secciones.
La impresión recibida y la expresión de la gente fue la misma en diferentes hospitales que visitábamos en el Gran Santo Domingo, Santiago, San Francisco de Macorís, Moca y Mao. Similares manifestaciones de aprobación encuentras en la población por el comportamiento de otros servidos tan vitales como el de la salud. A saber, el de agua potable y el de transporte colectivo, cuyo proceso de modernización e inversión incluye a grandes, medianos y pequeños centros urbanos en diferentes regiones del país.
Los frutos de este gobierno en el sector agrícola se evidencian en el entusiasmo de productores y en el abastecimiento de alimentos a pecios asequibles que llegan a todos los hogares dominicanos. En la ampliación y mantenimiento de vías principales y la aperturas de nuevas rutas que nos conectan con las comunidades más apartadas, son una muestra representativa del emprendimiento y la prioridad del Presidente en todo lo que contribuya a mejorar la calidad de vida de los dominicanos. La gente ve, valora y aprecia adónde se invierten los recursos del Estado.
Y la educación, con todo lo que representa y significa para el proyecto de desarrollo y crecimiento de nuestro país, constituye el renglón en que apuntala sus propósitos como jefe de Estado.
El espacio de este artículo nos permite solo esbozar la gran obra de gobierno en la que la población basa su proclamación, libre y decidida, de que Luís Abinader siga gobernando por cuatro años más.