¿Qué Pasa? Articulistas

Entre cielo y tierra

Entre cielo y tierra

Mary Leisy Hernandez

El placer de escribir

En estos años viviendo lejos, he matado muchas añoranzas escribiendo. También me he aclarado mucho la mente, sobre todo cuando tengo tristezas o confusiones. ¿Quién no las tiene? He escrito mucho desde siempre y solo ahora me entero que eso de escribir para uno mismo tiene un nombre, se llama escritura terapéutica.

En una formación que hago me hablaron de diferentes tipos de cartas terapéuticas con las que se logra sanar por dentro y mejorar las relaciones con los demás. Lo interesante de estas cartas es que aunque se escriba para otros, no es para los otros, es para uno mismo, para leerla y releerla hasta hacer catarsis y curar viejas o nuevas heridas.

Talvez para decir lo que nunca se logrará decir a una madre muerta, a un amigo que se esfumó o sencillamente al que no quiere escucharnos aunque esté a nuestro lado. Satisface saber que lo que hacemos tiene nombre.

De seguro eso lo hace mucha gente. Los resultados son muy buenos, a veces no tan perceptibles a primera vista, pero nos evitan que sentimientos mal canalizados saquen raíces dentro y nos enfermen. Igual, nos libra de dañar relaciones con personas con las que no se logra un diálogo empático y positivo.

Como práctica para mi formación me pidieron hacer algunas cartas y hasta me he reído de lo que salió. Como es para uno mismo, debe escribirse sin poses, sin pensar en lo que el otro pueda pensar. Puede escribirse a una emoción, a un hecho…Yo, me he escrito a mi misma, a la Mary Leisy que fui ayer. La Mary Leisy que soy hoy le dijo a la otra: tonta!, sángana!

y al final, la de ahora perdonó a la de ayer por antiguas bobadas.

Y tu, ¿a qué o a quienes quieres escribirle? Tu límite es el cielo. 

Po:r Mary Leisy Hernandez

marilei@hotmail.com

El Nacional

La Voz de Todos