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Entre el cielo y la tierra: El punto final

Entre el cielo y la tierra: El punto final

Mary Leisy Hernandez

Llena de regocijo ponerle el último punto final a un libro. Igual disfruté todas las etapas del proceso: concebirlo, plasmar las ideas, concluir cada capítulo, entregarlo para edición…

A veces da trabajo que llegue la musa, abandonar las distracciones o encontrar el buen lugar o momento. Se deja a un lado el proceso por semanas, a veces por meses y hasta por años.

Por lo menos así me pasó a mi: paré de escribir varias veces por diferentes motivos. Puse fechas e hice programaciones que no cumplí y así fue pasando el tiempo y cada vez me sentí más en deuda conmigo misma pero igual, aclaraba y maduraba las ideas.

Un día, me cansé de deberme y me propuse seriamente poner el punto final de este libro, de Primavera bajo cero grados. Eso de terminar de escribir, fue apenas el inicio de un largo recorrido pero para mí fue muy especial.

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Aunque faltaba buscar dinero, edición, diagramación, diseño de portada, impresión y publicación, para mi ya era poco. Ya había parido el niño y lo demás, aunque con muchos detalles y decisiones a tomar, para mi era lo de menos. Ya había salido lo que estaba adentro.

Disfruté ver las mejorías que dejó la edición, las formas que tomó el texto con la diagramación y sobre todo, tener en las manos aquel niño con forma de libro. Igual disfruté el acto de presentación lleno de gente, las ventas y los comentarios de los lectores sobre el contenido. Pero la gran satisfacción está en el arte de escribir, en sentarse, sacar, dar forma y plasmar. Eso es terapéutico y aunque a veces no salen con facilidad las palabras, ese contar y expresar lo que se vive y se siente, es para mi lo más positivo y saludable de publicar un libro.

Por. Mary Leisy Hernandez

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