Opinión

Esperando en la sombra

Esperando en la sombra

POR:  Juan Taveras Hernández

juanth04@hotmail.com

 

 

En el discurso de toma de posesión Danilo Medina delineó, a grandes rasgos, lo que sería su mandato de cuatro años, tomando en cuenta las circunstancias en las que llegaba al poder: atado de pies y manos por las estructuras de su propio partido, en especial, de su presidente Leonel Fernández, que antes de irse del Palacio Nacional hizo los amarres necesarios para continuar con el control del Estado a través del Congreso y la Justicia, incluyendo las llamadas “altas cortes” además de la Junta Central Electoral. De los tres poderes del Estado, Leonel tiene más de tres. Me explico: los poderes del Estado son cuatro, a saber, el Congreso, la Justicia, el Ejecutivo y el Comité Político del PLD, que es, sin duda alguna, el primer poder del Estado dominicano.

Danilo es presidente de la República por obra y gracias de Leonel, no porque así lo deseara, sino porque de lo contrario el presidente lo sería Hipólito Mejía que había prometido meterlo a la cárcel junto a sus principales lacayos. Antes de convertir a Danilo en presidente nominal del país, Leonel hizo todo cuanto debía con el apoyo de su socio incondicional, Miguel Vargas. Como ya es sabido, impusieron una Constitución rechazando al 62 % de la población que pidió una Constituyente. Más adelante Leonel escogió los “jueces” de las “altas cortes” integradas por amigos, relacionados y socios. Su mandato de 12 años, cuatro y ocho, se caracterizaron por la falta de escrúpulos en el manejo de los fondos públicos.

Todo lo corrompió, comenzando con su propio partido. Durante un acto en Nueva York dijo disponer de los recursos necesarios para imponerse en las elecciones como en efecto ocurrió, para lo cual recibió el apoyo de Miguel Vargas, presidente de facto del PRD. Así como el Estado derrotó a Danilo en las primarias de su partido, ese mismo Estado luego lo hizo presidente de la República. Para que se entienda: Leonel primero utilizó el dinero del Estado para imponerse sobre Danilo, como él mismo lo admitió. Luego Leonel utilizó los fondos del Estado para derrotar a Hipólito para que “ganara” Danilo.

El déficit fiscal de 200 mil millones de pesos dejado por Leonel, en buena medida es resultado de la campaña electoral, es el dinero que se utilizó para derrotar a Hipólito. Cientos de millones, tal vez miles, se utilizaron en la traición del grupo de Miguel. Es por eso que Danilo, al asumir nominalmente la presidencia, le pide al pueblo no mirar hacia atrás, ni lanzarse ladrillos al pasado. Prefiere una reforma fiscal para que el pueblo pague con más impuestos lo que se gastó en la campaña electoral.

El Nacional

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