Los Yankees habían programado el viernes para el debut de Austin Wells en la Liga de la Toronja, lo que le habría dado la primera semana de juegos libre después de venir de una gran carga de trabajo en la recta final del año pasado.
Pero el receptor tenía otras ideas.
Almendras, alcaparras y algas son algunos de los componentes de la primera batería comestible y recargable, un innovador concepto desarrollado por el ingeniero italiano Mario Caironi que podría suponer grandes avances en la medicina y el desarrollo de una “electrónica comestible».
La batería está basada en grafito y tiene una capa ultrafina de fósforo en su superficie, que puede convertirse en una interfaz sólida con “alta conductividad”, según un estudio publicado recientemente en la revista científica Nature Energy.
