Copilotos inteligentes
Conducir en Santo Domingo es un deporte extremo. Y no uno olímpico, sino de esos que solo los más temerarios practican. Con más de 70 años encima, ya colgué los guantes para eso de “dar la vuelta del pendejo” por el Malecón o la Zona Colonial. De noche, manejar ya no es una imprudencia: es […]