Brutalidad de las pandillas haitianas de la que fueron testigos periodistas de la BBC
Con apenas 2 años, Shaina yace en una cama conectada a un goteo intravenoso en uno de los pocos hospitales que funciona en la capital de Haití, Puerto Príncipe.
Su madre, Venda, espera desesperadamente que el goteo alivie la desnutrición aguda que sufre su hija, que se ve demacrada.