Editorial

Exageración

Exageración

No se conoce el texto íntegro del informe de Amnistía Internacional (AI) que reseña un cable de  la agencia española de prensa Efe, fechado en Santo Domingo, en el que se atribuye a ese  organismo calificar como “alarmantes” las violaciones a los derechos humanos en República Dominicana, y a una de sus  investigadoras definirlo como “extremadamente preocupante”. Ese cable de prensa se divulga días antes de que  las  autoridades dominicanas presenten las medidas que han tomado para cumplir con el Pacto de Derechos Civiles y Políticos ante el Comité  para los Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU),  que evaluará la situación del país en lo referido a la tortura y el discrimen. Adelanta también que AI presentará “un informe alternativo”.

Como ha sido redactada esa información, se ofrece  una impresión  cercana de que aquí se violan los derechos humanos en la misma proporción a lo que ocurre en Siria, Libia o  algún otro país sometido a regímenes  dictatoriales, aunque Chiara Luguori, investigadora de Amnistía admite, conforme a ese escrito, que  aquí hay buenas leyes para proteger  al pueblo, aunque no se  aplican de manera efectiva.

AI denunciaría ante el Comité de la ONU “algunos de los abusos  a los derechos humanos que enfrentan las personas  en la isla caribeña”, entre los que se incluye “niveles alarmantes de asesinatos policiales y casos de tortura por parte de la Policía”, así como discriminación contra haitianos y dominicanos de origen haitiano, violencia contra las mujeres y amenazas contra periodistas”.

Amnistía Internacional ni el cable de la agencia Efe  refieran si esas presuntas violaciones a derechos humanos  forman parte de  alguna política de represión o intimidación ciudadana  dirigida desde el Gobierno o del Estado, o si se trata de fallas del sistema de prevención, persecución penal o del Poder Judicial. Cualquier informe  referido al desempeño de la Policía debería estar acompañado de  una reflexión sobre los esfuerzos que se realizan para modernizar a esa institución, adaptarla a su condición de auxiliar de la justicia, así como  al impacto que sobre  su actuación tiene  el auge del narcotráfico y crímenes conexos como lavado de dinero y sicariato.

El tema  sobre  discriminación de ciudadanos haitianos y dominicanos de origen haitiano debería ser analizado en un foro  sobre  política, migración y soberanía, porque se ha demostrado que  la interpretación de la Constitución de la República no colisiona con derechos relacionados con la nacionalidad o la inmigración ilegal. La violencia contra la mujer, tanto es un  problema de derechos humanos, como flagelo de naturaleza social, económica y política que debe ser  afrontado con políticas públicas de amplio espectro que involucren  los temas  de  educación, empleo, salud, vivienda, prevención y aplicación de la ley.

Sorprende que en el prontuario de violaciones al derecho de gente se incluya  el de amenazas a periodistas”, lo que demuestra que redactores promotores e instigadores de ese informa sobre violaciones a derechos humanos en República Dominicana exageraron la nota, sabe Dios con cuáles fines o propósitos.

El Nacional

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