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Excelente tenor santiaguense

Excelente tenor santiaguense

UBI RIVAS

 

Henry Ely es un extraordinario tenor, oriundo de Santiago de los Caballeros, donde nació el 9 de enero de 1939, hijo de Nathanael Ely y Caridad Antonia Rodríguez Yépez.

Cursó primaria en la escuela Paraguay y secundaria en el liceo Ulises Francisco Espaillat de su ciudad natal, iniciando sus estudios de música a los nueve años, cuando ya demostraba un gran poder vocalizador, en el coro José Ovidio García, dirigido por profesor Apolinar Bueno.

Inició sus presentaciones públicas acompañado por el pianista Milton Cruz y el profesor Julio César Curiel y en 1960 fue contratado por Radio Caribe, potente emisora de alcance mundial de 50 kilovatios, propiedad del generalísimo Rafael Leónidas Trujillo, que dirigía el tétrico coronel EN John Abbes García (Johnny).

Henry Ely se presentó con gran éxito inicial en clubes nocturnos de la capital dominicana que se llamaba en ese tiempo Ciudad Trujillo, y en La Voz Dominicana, propiedad de José Arismendy Trujillo Molina (Petán), hermano del tirano, gran propulsor y cultor de las artes de música, baile, declamación, teatro y folklore.

En 1964 Henry Ely viajó a Roma, Italia, donde recibió clases con la soprano Inge Caggiano y su esposo, el profesor Roberto Caggiano, obteniendo un primer lugar en la Academia Santa Cecilia de Roma, ganando una beca para estudiar en el Centro de Perfeccionamiento del Teatro Máximo de Palermo, graduándose dos años después junto a la soprano Miena Mauli Nunciata, siendo sus maestros la soprano Albania Tellini y al barítono Gino Becchi.

Tres años después fue contratado por el Teatro de Palermo, para cantar óperas, y estudió perfeccionamiento del canto operático en la famosa Academia Chiggian con el profesor Gino Becchi.

Estudió en la Scala de Milán bajo la dirección del profesor Enrico de Mori, y en l968 viajó a Cleveland, Ohio, EE UU, para cantar en la televisión a colores, regresando a Italia hasta l979, cuando retorna al país, presentándose en diversos escenarios, clubes privados y públicos, fiestas privadas, acompañado siempre por el gran pianista puertoplateño Vicente Grisolía.

En 1975 se presentó en la primera temporada de ópera del Teatro Nacional; 1976 cantó en el Avery Hall del Lincoln Center, de Nueva York; 1978 volvió a cantar en el Avery Hall; 1979 designado tenor lírico del Teatro Nacional, 1980 cantó Madame Buterfly en el Teatro Nacional; 1981 Tosca y 1982 II Trotatore.

En 1983 realizó conciertos en la frontera con Haití con la Orquesta Sinfónica Nacional y en 1984 realizó conciertos en la Universidad de Kunbert, de Miami, Florida.

En 1986-87 realizó presentaciones en Roma y San José de Costa Rica; desde 1988 hasta 1991 ejecutó seis óperas en Roma, Italia, organizada por el empresario Américo D Sanctus; en 1992 en ocasión del V Centenario del Descubrimiento de América por el almirante Cristóbal Colón, cantó la ópera 1492, estreno mundial, personificando al capitán Alonso de Ojeda, espectáculo catalogado como el más trascendente para conmemora la gesta colombina.

El 24 de agosto de 1994 fue designado, a petición de sus compañeros del bel canto, director del Departamento de Cantantes Líricos, y en 1996 recibió el Premio al Mérito, como mejor artista lírico, otorgado por la Sociedad Cultural Amantes de la Luz de Santiago de los Caballeros.

En 1999 en reconocimiento a su extraordinario talento y brillante carrera de tenor depurado y académico, el presidente Leonel Fernández le otorgó la merecida Orden de Duarte, Sánchez y Mella en el Grado de Comendador.

La Logia Masónica del Nuevo Mundo le otorgó el Palmarés de uno de los mejores artistas líricos dominicanos.

La discografía del portentoso tenor que es Henry Ely la integran El Regalo Mejor, de la autoría del profesor Ramón Casado Soler; Luna sobre el Jaragua, del maestro Luis Alberti Mieses, ambas en 1960; en 1961 creó Hermanas Mirabal, letra y música; 1968 Selecciones de ópera La Travista, en Argel, capital de Argelia; 1973 Muchacha del Interior, Himno a Edith Piaf; 1977 Piedad a quien te ama y Dime que sí; 1978 Desde el mundo para mí y Quisqueya, de Mercedes Sagredo Berrueco; 1982 Eterno amor, 1986 Nuestra música del alma, con el barítono Fausto Cepeda; 1988 Jesús es el primero y Para la gloria de Dios, de Rafael Grullón; 1992 Vals Minerva, de Mercedes Sagredo Berrueco.

Reconocimientos a su valía como artista del bel canto Talla de Plata (1979); Profesor Honoris Causa, Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo 1991.

Es por ese trayecto luminoso reconocido por varias instituciones que el nombre de Henry Ely se menciona y es acreedor, entre candidatos idóneos, para que el Gran Teatro del Cibao se llame Henry Ely.

Empero, hay un impedimento jurídico que prohíbe designar lugares públicos, calles, estatuas, parques bustos, plazoletas, con el nombre de personas hasta diez años luego de fallecer, contenidas en las leyes 2439 del 4 de julio de 1958 y 4966 del 23 de julio 1966, que modifica la anterior, una dicotomía en la primera, porque cientos de parques, avenidas, bustos, estatuas, puentes tenían el nombre del tirano, vivo.

La ley 04-07-1958 especifica en su artículo 4 que cualquier persona puede solicitar judicialmente revocar esta ley por oponerse a sus disposiciones, en este caso, para diafanidad y nobleza del interesado, asignar esa instancia a una institución cultural o al propio Congreso Nacional.

La Ley 4966 del 23 de julio de 1966 señala que “en casos especialmente previstos por la propia Constitución de la República, puede modificarse, y en el Párrafo dice que se requiere una ley para asignar nombres de obras públicas construidas por el Estado a personas vivas, de manera que nuestro gran tenor Enry Ely sería elegible por estos apelativos jurídicos.

El Nacional

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