El incidente en el politécnico Manuel María Castillo, de San Francisco de Macorís, vuelve a cuestionar la intervención de la Policía Nacional para garantizar la seguridad y el orden público.

Agentes de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) penetraron al plantel persiguiendo a supuestos revoltosos, pero sin la autorización de las autoridades correspondientes.

Después de los desórdenes protagonizados por la Fuerza Estudiantil Revolucionaria (FER), el Ministerio de Educación no solo censuró la violación que atribuye a los agentes de la Dicrim, sino que intervino el plantel.

Tres técnicos asumirán la dirección del politécnico en lo que se resuelve la crisis creada por los estudiantes, quienes encendieron neumáticos y lanzaron piedras y desechos durante la protesta frente al plantel.

Entre las demandas figuran la sustitución del director y mejoría en el politécnico. Aunque la acción policial es repudiable, los estudiantes deben entender que hay medios civilizados para canalizar demandas sin poner en riesgo la vida de otros alumnos.

Sin embargo, al entrar al plantel sin autorización los agentes policiales se pasaron de la raya.