Los dominicanos tienen muchas razones tanto para conmemorar como para reflexionar sobre el 179 aniversario mañana lunes de la independencia nacional. Conmemorar el acontecimiento de regirse por su propio destino a través de sus propias leyes y reflexionar sobre las aspiraciones sociales, políticas y económicas del patricio Juan Pablo Duarte y los demás forjadoras de la nacionalidad.
Tras la proclamación de la gesta los dominicanos tuvieron que empuñar las armas en varias ocasiones para defender su determinación de ser libres y soberanos.
Lo hicieron contra las huestes haitianas que insistían en ocupar el territorio, pero también contra la anexión a España del general Pedro Santana y otros intentos que se habían llevado a cabo. Es una independencia que por su elevado costo material y humano tiene una significación extraordinaria para el pueblo dominicano.
Esa conquista patriótica tiene que estar siempre por encima de pasiones, ambiciones, rencores, servilismo y otras expresiones que riñen con los ideales de los padres de la patria.
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La gesta es digna de ofrendas florales, proclamas, loas y demás, pero también de reflexión sobre el destino de República Dominicana como nación libre y soberana que necesita erradicar males como la corrupción, la violencia, la ambición de poder y otros que han lastrado su desarrollo.
