Debido a mis problemas de salud, hube de estar varias semanas en los Estados Unidos y no podía escribir sobre un tema que me tiene inquieto desde hace dos años.
Ese tema es el relativo a la evidente «guerrita sorda» que tienen los dirigentes deportivos seguidores del Partido Revolucionario Moderno, PRM.
Desde que esa organización política asumió la dirección del Estado dominicano, parece que a los sectores del quehacer atlético se les olvidan las experiencias dejadas atrás. No recuerdan que el presidente Luis Abinader es el gran abanderado de la no retaliación política contra ningún compañero. Es indiscutible que las autoridades partidarias deben poner un alto a las acciones que marginan a centenares de valiosos compañeros que siempre luchan a favor de las mejores causas.
Estimo que las altas instancias perremeístas deben reunir a los cuatro o cinco grupos que accionan por separado para promover un correcto programa deportivo con miras al próximo período del presidente Abinader en la Presidencia. Creo que, en el sistema político dominicano, un voto que se pierda, hace daño a la reelección del primer mandatario de la nación.
Los cuatro sectores que simpatizan por el PRM, deben hacer un alto en el camino y dejar a un lado esa guerra que no lleva a buen camino. Me parece que -las autoridades partidarias- deben juntar en una mesa a los hermanos Camacho, al amigo Alberto Rodríguez y al valioso compañero Roberto Neris a fin de que la división desaparezca entre ellos.
La experiencia me hace escribir este consejo para que no pierdan los votos que harán posible el 50 más uno en los comicios de mayo.
Por Domingo Batista