El alto volumen de importación y los daños graves a la producción local son las razones por las cuales las empresas Molinos Modernos y Molinos Valle del Cibao solicitaron a la Comisión de Defensa Comercial (CDC) del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) la apertura de una investigación de salvaguardia contra las galletas importadas y la aplicación de aranceles del 67.1% a ese artículo de consumo masivo.
Esta situación “crítica” es explicada por Molinos Modernos en la solicitud formal entregada el pasado 6 de agosto de este año a Defensa Comercial, documento que incluye un estudio que abarca el período 2022–marzo de 2025 y que se encuentra publicado en el portal web de la entidad pública.
Las principales cadenas de supermercados advirtieron ayer que, de aplicarse ese impuesto aduanero, el precio final de las galletas importadas experimentaría un aumento sin precedentes para los consumidores.
De acuerdo con el expediente —al cual tuvo acceso El Nacional— la solicitud busca evaluar el comportamiento de las compras realizadas por los supermercados y otros importadores, clasificadas en las partidas arancelarias 1905.31.90, 1905.32.00, 1905.90.10 y 1905.90.90. Estas abarcan todo tipo de galletas simples, rellenas o recubiertas a base de harinas de cereales, grasas, azúcar o sal. En la documentación también se denuncia un incremento súbito en las adquisiciones provenientes de países sin Tratados de Libre Comercio (TLC).
Desglose de importaciones
Según los registros de la Dirección General de Aduanas (DGA), en 2024 se importaron galletas desde países como Perú, India, México, Colombia, Turquía, Brasil, China, Canadá, Egipto, Chile, Pakistán, Indonesia, Venezuela, Corea del Sur y Australia.
Las compañías sostienen que estas procedencias, no amparadas por acuerdos comerciales, muestran un comportamiento “agresivo” tanto en volúmenes como en precios.
Los datos presentados indican que las importaciones desde países sin TLC crecieron 78.9% entre 2022 y 2024, y que estas concentraron el 96% del aumento total del mercado importado en ese período. Mientras tanto, las compras desde países con TLC mantuvieron variaciones moderadas y estables.
En términos de precios por kilogramo, el diferencial entre ambos grupos pasó de 21% en 2022 a 58% en 2024, lo que, según la denuncia, habría ejercido una presión significativa sobre los precios internos.
Ventas a la baja
La industria local señala que el incremento de las importaciones ha provocado un deterioro en diversos indicadores. Entre 2023 y 2024, las ventas internas crecieron apenas 0.6%, y en el primer trimestre de 2025 registraron una contracción de 4%. Paralelamente, las importaciones aumentaron 40.7% en ese mismo período, destacándose que el crecimiento desde países sin TLC ascendió a 78.9%.
El expediente también señala una reducción en la utilización de la capacidad instalada, que se situó en 47% en 2024, además de un incremento de inventarios de 33% entre 2023 y 2024. Asimismo, se registró una disminución del empleo, con una caída de 3% en las plantas de producción durante el primer trimestre de 2025.
Los indicadores financieros reflejan retrocesos adicionales. La utilidad operativa (EBIT) descendió 30.5% en 2024 y 49.7% en el primer trimestre de 2025, mientras que la utilidad neta cayó 42.4% en 2024 y 66% entre enero y marzo de 2025.
En cuanto al flujo de caja, este se redujo 22.6% en 2024 y 50.6% en el primer trimestre de 2025. A su vez, el rendimiento sobre las inversiones pasó de 5.8% en 2023 a 0.8% en los primeros tres meses de 2025.
La solicitud concluye que existe una relación causal directa entre el aumento de las importaciones procedentes de países sin TLC y el daño observado en la Rama de Producción Nacional. Será responsabilidad de la CDC decidir si procede o no a iniciar formalmente la investigación y si aplica medidas provisionales mientras se desarrolla el proceso.

