POR: Orlando Gómez Torres
orlando.gomez@gmail.com
La apuesta del Gobierno de Danilo Medina para el apoyo a las PYMES es positiva, y posiblemente produzca buenos resultados en el largo plazo en la medida que la ayuda financiera sea acompañada de reformas que produzcan un abaratamiento de los costos de la formalidad. No obstante esto, sin embargo, el desplome de la inversión extranjera directa registrado en el 2013, según la CEPAL, debería disparar las alarmas en el Gabinete de que los ganadores y perdedores en los finales de la política monetaria extremadamente expansiva en el mundo desarrollado están siendo elegidos, y claramente República Dominicana no está en el lado de los ganadores. Más que el desarrollo del sumamente volátil mundo de las PYMES, La recepción de inversión extranjera directa ha sido uno de los pilares fundamentales en el desarrollo de las naciones en los últimos 50 años.
Pero la simple apertura a los mercados por si sola no es suficiente. La garantía de estabilidad normativa, respeto de los pactos convenidos, tratamiento fiscal razonable, entre muchos otros elementos que en su conjunto componen lo que se entiende como seguridad jurídica, son elementales no solo para atraer inversión, sino para mantenerla en el largo plazo. Las políticas económicas para aplacar la crisis económica en el mundo desarrollado trajeron al mundo en desarrollo un enorme flujo de inversiones. A medida que empiezan a ser desmontadas esas políticas, y se reduce el apetito para el riesgo, los inversionistas empiezan a ser más selectivos y tienden a desestimar aquellas posiciones que entienden son más arriesgadas.
De este ejercicio ya están empezando a relucir ganadores y perdedores, encabezando los primeros países como México y Corea del Sur, mientras que los perdedores están liderados por Brasil, Rusia y Turquía. La diferencia entre unos y otros es que mientras el dinero barato fluyó hacia sus países, los mejor posicionados emprendieron reformas que facilitaran la sostenibilidad fiscal y económica para el Estado y las inversiones, mientras que por su lado los perdedores usaron el dinero barato para cubrir sus déficits corrientes. República Dominicana claramente cae en estos últimos, y los datos de la CEPAL así lo reflejan.
Mientras el país pudo beneficiarse de tasas históricamente bajas en su endeudamiento externo, el dinero se usó esencialmente para cubrir déficits de forma tal que se mantuviera la esLa apuesta del Gobierno de Danilo Medina para el apoyo a las PYMES es positiva, y posiblemente produzca buenos resultados en el largo plazo en la medida que la ayuda financiera sea acompañada de reformas que produzcan un abaratamiento de los costos de la formalidad. No obstante esto, sin embargo, el desplome de la inversión extranjera directa registrado en el 2013, según la CEPAL, debería disparar las alarmas en el Gabinete de que los ganadores y perdedores en los finales de la política monetaria extremadamente expansiva en el mundo desarrollado están siendo elegidos, y claramente República Dominicana no está en el lado de los ganadores. Más que el desarrollo del sumamente volátil mundo de las PYMES, La recepción de inversión extranjera directa ha sido uno de los pilares fundamentales en el desarrollo de las naciones en los últimos 50 años.
Pero la simple apertura a los mercados por si sola no es suficiente. La garantía de estabilidad normativa, respeto de los pactos convenidos, tratamiento fiscal razonable, entre muchos otros elementos que en su conjunto componen lo que se entiende como seguridad jurídica, son elementales no solo para atraer inversión, sino para mantenerla en el largo plazo. Las políticas económicas para aplacar la crisis económica en el mundo desarrollado trajeron al mundo en desarrollo un enorme flujo de inversiones.
A medida que empiezan a ser desmontadas esas políticas, y se reduce el apetito para el riesgo, los inversionistas empiezan a ser más selectivos y tienden a desestimar aquellas posiciones que entienden son más arriesgadas. De este ejercicio ya están empezando a relucir ganadores y perdedores, encabezando los primeros países como México y Corea del Sur, mientras que los perdedores están liderados por Brasil, Rusia y Turquía. La diferencia entre unos y otros es que mientras el dinero barato fluyó hacia sus países, los mejor posicionados emprendieron reformas que facilitaran la sostenibilidad fiscal y económica para el Estado y las inversiones, mientras que por su lado los perdedores usaron el dinero barato para cubrir sus déficits corrientes. República Dominicana claramente cae en estos últimos, y los datos de la CEPAL así lo reflejan. Mientras el país pudo beneficiarse de tasas históricamente bajas en su endeudamiento externo, el dinero se usó esencialmente para cubrir déficits de forma tal que se mantuviera la estabilidad monetaria y económica. Muy poco hizo la nación dominicana para cimentarse como un paraíso de la inversión y atraer capitales de largo plazo. De hecho, con las reformas fiscales, los excesos en perjuicio de la industria minera y otros tropiezos administrativos y legislativos, se hizo todo lo contrario.
Nunca es tarde para realizar reformas y reenfocarnos en tomar las medidas que realmente van a impulsar el desarrollo, que difícilmente vendrá de las PYMES, pero resulta evidente que como país perdimos una buena oportunidad para maximizar nuestras ganancias. Tristemente esto no solamente es una historia de oportunidades perdidas, sino la realidad de que este año 2014 y en los años por venir los parchos que mantienen este deteriorado barco a flote, nos saldrán cada vez más caros.La información que se transmite en este correo es únicamente para la persona o entidad a la cual está dirigida y puede contener material confidencial.
Cualquier revisión, retransmisión, diseminación u otro uso, está prohibido, sin antes consultar al remitente original. Si un usuario lo recibe por error, deberá contactar a quien lo envía y eliminar el material de su computadortabilidad monetaria y económica. Muy poco hizo la nación dominicana para cimentarse como un paraíso de la inversión y atraer capitales de largo plazo.
De hecho, con las reformas fiscales, los excesos en perjuicio de la industria minera y otros tropiezos administrativos y legislativos, se hizo todo lo contrario. Nunca es tarde para realizar reformas y reenfocarnos en tomar las medidas que realmente van a impulsar el desarrollo, que difícilmente vendrá de las PYMES, pero resulta evidente que como país perdimos una buena oportunidad para maximizar nuestras ganancias.
Tristemente esto no solamente es una historia de oportunidades perdidas, sino la realidad de que este año 2014 y en los años por venir los parchos que mantienen este deteriorado barco a flote, nos saldrán cada vez más caros.La información que se transmite en este correo es únicamente para la persona o entidad a la cual está dirigida y puede contener material confidencial. Cualquier revisión, retransmisión, diseminación u otro uso, está prohibido, sin antes consultar al remitente original. Si un usuario lo recibe por error, deberá contactar a quien lo envía y eliminar el material de su computador

