La bachata
La semana pasada el orgullo dominicano se puso de manifiesto una vez más. Pues otro género nuestro, la bachata, fue reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Este gran logro llega 57 años después de que este género sonará por primera vez en voz de José Manuel Calderón. Este reconocimiento a la bachata sin dudas nos llena de orgullo y además nos envía un gran mensaje a todos.
¿Cuál mensaje se preguntarán ustedes? Bueno, cuando surgió la bachata, el ritmo era muy marginado, solo sonaba en lugares de mala muerte, el mismo se asociaba a la prostitución, a los borrachos, a la clase pobre, en fin, nadie pensó que luego de cinco décadas el género de amargue obtendría esta gran distinción.
Entonces esto nos deja como moraleja, que el que trabaja en equipo y lucha por sus sueños, puede lograr cosas maravillosas. Y el hecho de que cada artista se mantuviera firme y no desistiera de su idea de ser bachatero logró lo que actualmente estamos celebrando.
También es bueno resaltar con este reconocimiento la gran labor que está desempeñado el cantautor José Antonio Rodríguez, como embajador de la República Dominicana ante la UNESCO.
Aunque él en reiteradas ocasiones ha dicho que este logro es de todos, hay que reconocer que sin su gran entrega, el estar pendiente en cada detalle de lo que teníamos que presentar para sustentar por qué la bachata debía ser declarada como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, esto se hubiese convertido en una tarea más difícil.
Por eso es bueno agradecerle su esfuerzo, que aunque muchos dirán, pero es su trabajo.
Y sí, es su trabajo, pero no deja de ser relevante destacarlo y felicitarlo por todo lo que ha dado a este país.
Recordar que ya tenemos dos géneros reconocidos por la UNESCO, el merengue, en 2016, y ahora la bachata. ¡Qué país que tiene ritmo este!