Opinión

George Washington

George Washington

POR: Ramón Rodríguez
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El primero en la guerra, primero en la paz y el primero en el corazón de sus compatriotas» dijo con voz estentórea Henry Lee lll, al momento de entregar a la tierra agradecida, a uno de los personajes históricos de relevancia ecuménica, más desprendido de la humanidad. Este héroe americano, enseñó, con civismo inigualable, que se puede alcanzar el respeto y la gloria eterna, sin ceñirse una corona o permaneciendo ilimitadamente en el poder. George Washington no tuvo las luces intelectuales de Tomas Jefferson y Abraham Lincoln, pero sí tuvo el temple para renunciar a todas las grandezas, que pudieran poner en peligro la patria por la cual ofreció su vida.

Contrario al genio militar del libertador de Cuba: nuestro Máximo Gómez, quien nunca perdió ni una escaramuza, el primer presidente de los Estados unidos, sufrió en carne propia la agonía de la derrota de Lexington y Concord de 1775, de Brandywine de 1777 , que provocó en su entorno, un serio cuestionamiento a su capacidad estratégica y un pánico en algunos hombres de poca fe, de que el hijo prominente de Virginia podía salir airoso en el proyecto de independencia de los Estados Unidos.

La victoria de Saratoga en 1777 y luego la de Yorktown de 1781, despejó todas dudas, de que el amor a la patria y la moral en el terreno de batalla, son aspectos fundamentales en la guerra y que las trece »colonia británicas» de Jorge 111 ya estaban dispuestas a iniciar un nuevo modelo político.

Si grandes fueron sus hazañas en el campo de batalla, en el terreno puramente político, Washington dejó precedentes que han marcado el rumbo de la estabilidad de esa nación. En su carta de despedida del 19 de septiembre de 1796, Washington estableció, que lo ideal para el equilibrio político de la joven nación, era que un gobernante ocupase dos períodos de 4 años y nada más en el solio presidencial.

Y así ocurrió por costumbre, hasta que Franklin Delano Roosevert, surgiera como el salvador de la crisis del 1929 y por tanto del sistema capitalista, con medidas keynesianas. Las mayores críticas que ha recibido nuestro héroe americano, han sido, por su famosa proclama de neutralidad.

El Nacional

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