Editorial

¿Globo de ensayo?

¿Globo de ensayo?

¿Globo de ensayo?

Desde litorales del Gobierno o de alguna otra parte han puesto a circular versiones sobre una supuesta reforma fiscal que causan mezcla de angustia y confusión entre la población y sector productivo, como si se tratara de un globo de ensayo que consistiría en lanzarle dardos a la ciudadanía.

De otra manera no se explicaría que el portavoz del Gobierno, Homero Figueroa, informe que no se ha presentado ninguna propuesta al referirse al manojo de medidas que contendría esa reforma tributaria publicado en diversos medios, pero Diario Libre afirma que consultó dos fuentes oficiales “que confirmaron la legitimidad de un documento de 94 páginas que circuló el fin de semana”.

El ministro Administrativo de la Presidencia, José Paliza, informó ante la más reciente sesión del Diálogo Nacional que el presidente Luis Abinader informaría directamente al liderazgo político y empresarial los pormenores de una posible propuesta de reforma fiscal, cuyo contenido no se abordaría   por el momento en ese foro.

Lo que ha ocurrido es que medios de comunicación y redes sociales han sido saturados de versiones distintas o disimiles sobre propuestas de impuestos o tasas que van desde modificar el Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados (Itebis), hasta aumentar ISR al salario o colocar un impuesto de 1% al patrimonio desde 60 millones de pesos.

Economistas, políticos, periodistas y comunicadores se enfrascan en enjundiosos análisis y consideraciones sobre las difusas versiones sobre aumento o disminución de impuestos, razón por la que el Gobierno debe explicar claramente si tales propuestas provienen del cantón oficial o si son fuego de distracción.

¿Cómo es posible que  desde el Ministerio de Hacienda, del que dependen las direcciones de Impuestos Internos, Crédito Público y Presupuesto, aleguen ignorancia sobre el río de angustiantes informaciones relacionadas con una preanunciada reforma fiscal?

Desde los litorales de los partidos de la Liberación (PLD) y Fuerza del Pueblo (FP) se adelanta un rechazo, al menos por este año, de una reforma tributaria, lo que hace pensar que la prometida visita del presidente Abinader al liderazgo político y empresarial debió anteceder a los innecesarios fuegos de artificio que se han lanzado.

Aun así, el Gobierno debe insistir en concertar un acuerdo de largo alcance con la clase política, gremios patronales y centrales sindicales en torno al diseño una reforma fiscal equidistante entre lo posible y lo deseable, aplicable en diversas etapas, sin malograr a la maltratada clase media.

El Nacional

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