La revolución educativa que promueve el gobierno del presidente Danilo Medina ha mejorado el nivel de vida de la clase media, los artesanos, los pequeños artistas y los trabajadores independientes. Así lo afirmó hoy la Dirección General de Información de la Presidencia (Dicom) aseveró que muchos de esos artesanos trabajan en forma directa e indirecta en la nueva proyección de la escuela dominicana y sus hijos se benefician de la protección de la tanda extendida.
Afirmó que una parte importante de la población que se encontraba desempleada, o con un tope en su presupuesto personal, ahora tiene una salida con las facilidades de la tanda extendida, que se traduce en menos gastos de manutención para sus hijos.
Pone como ejemplo el caso de Ramón Vargas que trabaja como ascensorista, tiene mujer y tres hijos (espera un cuarto). Recibe un salario de miseria que compensa, alguna vez, con el arte, porque es un verdadero artista. Ramón es un formidable escultor de la madera. Con ella hace retablos.
Agrega que su «taller» es el lavadero ubicado en el patio, bajo un alero de la casa, donde también se alojan una lavadorita y otros enseres.
De lunes a viernes, durante su hora de almuerzo, cruzaba la capital en su carrito para recoger a sus hijos en la escuela, llevarlos a casa, almorzar y regresar al trabajo. A veces, por los tapones, se veía precisado a comer en el vehículo para no faltar a sus obligaciones laborales. Dice que con la jornada de Tanda Extendida que el gobierno de Danilo Medina ha venido instalando progresivamente en las escuelas de nuestro país, los hijos de Ramón desayunan, almuerzan y meriendan en la escuela y salen a las cuatro de la tarde.
Un video enviado por la Dicom destaca que la vida de Ramón cambió del cielo a la tierra. Desde entonces es más libre. Se liberó para siempre de tener que correr a buscar a sus hijos al mediodía y de comer a la carrera, y se ahorra casi mil pesos semanales por combustible dejado de consumir.
La revolución educativa con la tanda extendida ha resultado también en un aumento de los ingresos reales mensuales de Ramón, pues sólo tiene que gastar en la cena de sus hijos, además, gozan de mejor salud porque desayunan y comen mejor.
Añade que si sumamos el ahorro en combustible más la educación y la alimentación gratuita de sus hijos, la revolución educativa con la tanda extendida le transfiere (le aporta) a Ramón otro salario mensual casi igual al que recibe en la institución donde labora como ascensorista. La revolución educativa proveerá otro beneficio adicional a Ramón: más tiempo y sosiego para tallar sus retablos. «A mí la Tanda Extendida me ha traído mucha tranquilidad».