La cuota legislativa y municipal alcanzada por el PRD en su alianza con el PLD se ha reducido a su mínima expresión por la emigración de los representantes al PRM.
Pero como la deserción no ha sido solo de perredeístas, sino de peledeístas y de Fuerza del Pueblo, los partidos la han atribuido a un supuesto plan del Gobierno para sonsacar a sus alcaldes, legisladores, directores de distritos municipales y regidores. Han denunciado las deserciones como transfuguismo inducido.
Se tenía entendido que las fugas eran por mero oportunismo. Pero al margen de la denuncia no ha pasado inadvertida la grieta que el caso ha provocado en el PRD.
La vicepresidenta Altagracia Tavárez ha negado que desde el Gobierno se sonsaque gente de su partido para que pasen al PRM.
Tavárez señaló que Luis Abinader, “como presidente de todos los dominicanos, ha dado muestras de buena voluntad, buenas intenciones, buenas acciones en beneficio de nuestro sector municipal y en beneficio de nuestro país, sin importar sus colores partidarios”.
La reacción de la dirigente perredeísta es otra grieta en una organización diezmada por las deserciones.