Opinión Articulistas

Haití y Punta Cana

Haití y Punta Cana

Hugo Ysalguez

La República de Haití tiene prácticamente el dominio de casi el 90 por ciento del territorio dominicano en la provincia de la Altagracia, principalmente en las zonas turísticas de Punta Cana, Bávaro, Friusa y Veron, ocupando la primacía en los empleos regulares e informales y estableciendo sus costumbres y tradiciones satánicas, afectando nuestro turismo, pues los extranjeros reciben sus primeros contactos con ilegales de ese país.

Todavía la mayor cantidad de empleados del aeropuerto y de algunos restaurantes son dominicanos, pero el suelo que pisan los turistas están ocupados por los haitianos que poco a poco se ha ido apoderando de nuestro territorio, al extremo que el vice ministro de seguridad del ministerio de Interior y Policía, Jesús Félix Jiménez, tiene un registro del 85 de la población de varias provincias fronterizas, están compuesta por haitianos ilegales, quienes están borrando todo vestigio de nuestra identidad.

La triste y amarga realidad es que Haití ha reducido nuestro terruño, adueñándose de puntos estratégicos sin disparar un solo tiro, lo que es un indicador de que perderemos nuestra soberanía e Independencia en menos de una década, sino detenemos la inmigración desenfrenada de miles de haitianos, y paralelamente integramos a las Fuerzas Armadas a una deportación masiva para evitar caer bajo yugo haitiano.

Quienes han hecho inversiones en las zonas turísticas del Este, comprando negocios, villas y apartamentos están preocupados por la presencia de esa masa de haitianos que llena los hospitales de parturientas y suelen cometer y tropelías contrarias al orden público.

Sobre el tema, nos escribe una munícipe de Punta Cana, la señora Jonelyn Pimentel Dietsch, cuyo texto de su misiva dice así: “Aquí vivimos horrorizados por la cantidad de haitianos que viven en esta demarcación y los que llegan cada día ocasionando inseguridad de los dominicanos que residen en Punta Cana y sectores aledaños que aspiran convivir en paz y armonía, sin la presencia de intrusos que le roban el sosiego y la tranquilidad a quienes nos atrevimos a hacer inversiones en la instalación de negocios y levantar un techo propio para descansar.

En Bávaro, residen más 50 mil haitianos que han levantado casuchas en terrenos privados, violentando el derecho de propiedad, sin régimen de consecuencias, pues muchos roban. matan y se van para Haití. Quienes invertimos dinero aquí para vivir con tranquilidad, necesitamos de una acción enérgica del gobierno para que expulse a esta invasión de indocumentados”.