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Heidy dice no pudo contener la emoción

Heidy dice no pudo contener  la emoción

Cuando Heidy Rodríguez fue llamada para informarle de su elección como inmortal del deporte dominicano, la doble medallista de oro en Juegos Panamericanos se quedó en suspenso.
Pero la noticia provocó en ella algo más que emoción.

Heidy confesó a El Nacional que la información le provocó una taquicardia y no la dejó tranquila hasta varias horas después de digerir lo que le habían informado y el significado que tiene la inmortalidad en la vida de un deportista.

La oriunda de La Vega y residente en España, donde ejerce su profesión de médico y realiza una especialidad en medicina familiar y comunitaria, será exaltada el domingo 15 de octubre cuando el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano eleve un total de 10 deportistas a la inmortalidad en su clase del 2017.

“Me pasé toda la noche y la madrugada con taquicardia. Ese día no pude dormir. Lloré un montón de la emoción al ver cumplido el anhelo de todo atleta después que pasa al retiro. Puedo dar fe que todavía estoy nerviosa. Nerviosa, sí, pero de la emoción”, habló Heidy a éste redactor desde su residencia en Castellón de la Plana.

Aseguró que estaba segura que algún día podía ser inmortal de su país, pero que “jamás pensé que se iba a producir en la plena juventud de mi vida”. No me lo esperaba tan a prisa. Yo no veía eso ahora en mi horizonte, pero llegó y sólo que quedará disfrutarlo y valorarlo hasta el fin de mis días”, precisó.

Con la elección a sus 36 años, la competidora en kumite -68 kilogramos, indicó que la escogencia para la inmortalidad trajo consigo sentimientos encontrados y preocupación por muchos atletas del pasado reciente que están siendo seleccionados primero que otros grandes atletas del pasado, con mucho tiempo esperando ser inmortalizados.

Sin embargo, Rodríguez manifestó que se veía con chance ser escogida para la inmortalidad después de los 40 o 50 años de edad.

Dijo que vendrá al Ceremonial de Exaltación del 15 de octubre y que arribará al país tres días antes, para retornar el 17 a cumplir con sus compromisos de trabajo y de estudios.

Muchas medallas

Henry Rodríguez se retiró en el 2008 después de una carrera de nueve años en la que ganó 35 medallas en competencias internacionales, resumidas en 21 de oro, cuatro de plata y diez de bronce.

Fue campeona en el Panamericano de Karate de México en el 2007, luego de conseguir dos oros en individual y por equipo Panamericano del 2005 en Argentina. Sus hazañas a nivel de eventos continentales comenzaron con oro en los Campeonatos Panamericanos del 2003 en República Dominicana y El Salvador 2004, en los que se coronó campeona.

Inducida por su abuelo
La karateca reveló que de no haber sido por su abuelo materno, Domingo Rodríguez, no sabría que sería de su vida al día de hoy.

Aunque Domingo falleció cuando ella tenía nueve años, revela que fue la persona que la puso en el camino del deporte de combate “dizque para que aprendiera a defenderme. Si no hubiese tenido el abuelo que tuve, no sé que pudo haber sido de mi vida”.

Y agregó: “A mis cinco años me tomó de la mano y me llevó al Club Licey. No sólo me inscribió al karate sin él haber hecho deporte nunca ni haber estudiado jamás, sino que a esa edad ya me estaba preguntando por mis inquietudes, motivándome a estudiar, preguntándome que me gustaría ser y estudiar cuando sea una adulta, de la importancia de que me preparara para que yo pudiera encarar los retos del siglo 21”.

Rodríguez no olvida a sus entrenadores de infancia en La Vega, Luis Castillo, Fabián López y Félix Moronta, al español Oscar Zazo, su manejador cuando llegó a la selección juvenil, y mucho menos a Alberto Siriano y Julio Gómez, los responsables de llevar su carrera cuando se enroló en la Fuerza Aérea de República Dominicana, ni tampoco al propio Soriano, Antonio Vólquez y Tony Mesa, dentro de la selección nacional superior.

UN APUNTE

Heidy Rodríguez

También dejó una impronta en los eventos nacionales ganando en seis ocasiones la medalla de oro, entre el 2001 y 2006, en los Juegos Deportivos Militares, así como preseas de plata en el 99, 2004, 2006 y 2007.

EL DATO

Dice que su mamá

Rosario Rodríguez León está feliz “porque ya estaba esperando este momento. Ella sólo quería vivir para verlo y con la voluntad de Dios lo logrará”.