Según la definición de American Psychiatric Association, lo que profesionales de la psicología llaman TDAH o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad se caracteriza por un patrón persistente de falta de atención hiperactividad e impulsividad, o ambas, cuya frecuencia y gravedad es mayor de lo típicamente observado en individuos con un nivel comparable de desarrollo.
La terapeuta familiar Carmen Virginia Rodríguez, aporta a esta definición que las conductas propias de este trastorno que son la hiperactividad, impulsividad y la que pasa a veces más desapercibida: la inatención, son retos que enfrentan muchos padres en el día a día normal de la cotidianidad familiar y escolar, y es en este momento de quedarnos en casa se convierte en un doble reto.
Detalla que en un niño que vive con TDAH se puede observar: inatención pues no presta atención a los detalles o por descuido comete errores en las tareas, o en actividades recreativas o lecturas prolongadas, parece no escuchar cuando se le habla, no sigue instrucciones y/o no termina las tareas asignadas.
También tiene dificultad para organizar las tareas, sus pertenencias o no logra cumplir con los plazos o se muestra poco entusiasta cuando se requiere de un esfuerzo mental sostenido, con frecuencia pierde cosas necesarias para su trabajo, se distrae fácilmente con estímulos externos, se le olvidan actividades cotidianas como sus tareas escolares.
Este tipo de trastorno hace que el niño juguetee o golpee con las manos y pies o se retuerce en el asiento constantemente, se levanta constantemente en situaciones donde se espera esté sentado, corretea y/o trepa en situaciones que no es apropiado, con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas, casi siempre está en actividad constante como si estuviera impulsado por un motor, habla excesivamente, responde inesperadamente o antes de que se haya concluido la pregunta , le es difícil esperar su turno, con frecuencia interrumpe o se inmiscuye en conversaciones ajenas.
La profesional señala que muchas de estas conductas las vemos con frecuencia y pensamos que son propias de los niños y niñas, sin embargo, cuando se presentan en una alta intensidad, podemos tener frente a nosotros un niño hiperactivo.
De por sí, los niños ya comienzan a tener comportamientos y conductas quizás no vistas anteriormente, y es normal, ya que los adultos también están pasando por su propio proceso de adaptación en esta crisis, es una situación diferente y atípica para todos.
El dato
Consejos
Motive a llevar una rutina, pero, no obligue a llevar un horario de manera inflexible, recuerde que los días y las horas en casa llegan un momento que son todos iguales.
Organice actividades variadas, contando con las obligaciones escolares que deben realizar, sea creativo y que sean variadas.
Ponga reglas y horarios en el uso de la tecnología. Trate de que el uso sea lo más productivo posible.
Si está en casa con ellos, y tiene que trabajar, trate de coordinar ambos, y que, a la hora de terminar, puedan planear actividades juntos, ya sea toda la familia o una parte de ella.
Asigne, aunque sean pocas o dependiendo de las edades, responsabilidades a cada hijo.
Identifique el nivel de movilidad que necesita su hijo, normalmente los niños TDAH necesitan moverse, analice sus posibilidades y ofrézcale lo que se puede.
Los niños TDAH suelen ser muy verbales y elocuentes, tienen una necesidad de hablar, a veces desesperante para el adulto, si desesperante, pero es una necesidad que tienen, no es ganas de fastidiarle la vida, analice sus posibilidades y dele ese espacio.
Para las tareas escolares y/o las clases en línea, quizás necesiten más atención ya que suelen distraerse fácilmente, como adulto, ayúdele.
Por último, no menos importante, recuerde que es una situación difícil para todos, si su hijo vive con el TDAH, puede llevarlo a usted a la impaciencia y por ende maltratarlo físico emocionalmente, antes de esto: pare, respire y aléjese por lo menos por un rato hasta que le vuelva la tranquilidad. Si tiene otras personas en la casa, deje que estos se encarguen, mientras usted se recupera recuerde, ser padres no es fácil, y tenemos que quedarnos en casa, pero somos humanos, y en momentos podemos equivocarnos y desesperarnos, solo que esa equivocación, debe ser lo menos dolorosa posible para nuestros hijos.