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Hito constitucional

Hito constitucional

Carlos Manuel Estrella

La Constitución proclamada por la Asamblea Nacional Revisora el 27 de octubre de 2024 tiene la virtud de haber eliminado el mal del continuismo en el poder y la discrecionalidad para manipular a conveniencia los límites al ejercicio del presidente de la República, con pasado de vocación dictatorial.

Este documento pasará a la historia, luego de 180 años, como el primero que cierra puertas al gobernante de turno al impedirle cambiar las reglas del juego democrático para tratar de perpetuarse en el poder mediante la mal llamada reelección, motivo central de casi todas las reformas a la Ley de Leyes.

Ese blindaje va más allá de los “candados” que suelen mencionarse, porque el presidente Luis Abinader pasó de la palabra comprometida al hecho material incontrovertible de elevar a la categoría de disposición inmutable, la cláusula pétrea, el tema de la “reelección” para que no haya que discutirlo más.

Al artículo constitucional 268, referente a la inmutabilidad para cambiar la forma de gobierno que siempre será civil, republicano, representativo y democrático, se le agregó dentro de ese manto protector los términos del 124 que trata sobre la elección presidencial y el sistema de una sola repostulación.

Dentro de las reformas, que tocaron diez artículos, agregaron uno y revisaron las disposiciones transitorias, merece destacarse la sustitución del Procurador General de la República del Consejo Nacional de la Magistratura, la reducción del número de diputados y la unificación de las elecciones en 2032.

 Esta Constitución de 2024 marca un hito, es punto de inflexión que rompe pujos del caudillismo  político ancestral y dimensiona a Abinader como demócrata cabal, capaz de autolimitarse el poder y dejar un legado que sirve de honra a la memoria de su padre, un quijote de honestidad en la función pública.