Editorial

Inaceptable

Inaceptable

El Gobierno debe rechazar de manera firme la insistencia de funcionarios de Estados Unidos sobre la supuesta “importancia” de los gais, lesbianas, bisexuales y transexuales, la llamada comunidad LGTB, para el desarrollo del turismo en República Dominicana.

Esta vez quien afirma que las economías turísticas dejarían de crecer si son parte de la discriminación contra esa “comunidad”, es el señor Randy Berry, “enviado especial de Estados Unidos para los derechos de personas no heterosexuales”, y cuyas declaraciones reseña un cable de la agencia Prensa Asociada.

Nuestro país ya tiene suficientes antivalores para que desde fuera vengan a promocionar ese tipo de “negocio” bajo el alegato, según Berry, de que la comunidad LGTB “gastamos más cuando viajamos y permanecemos más tiempo” en los destinos turísticos.

El primero en hacer esa inaceptable sugerencia fue el embajador de Estados Unidos aquí, James Brewster, quien dijo lamentar la falta de apertura de las autoridades dominicanas para fomentar el turismo de la comunidad LGTB.

Este dato es altamente cuestionado, ya que la comunidad gais es minoría en todas las sociedades y por lo tanto sus aportes al turismo y otras áreas productivas no pueden ser tan significativos en términos económicos.

De modo que, tanto Berry como el señor Brewster, casado con el señor Bob Stawake, deben llevar sus “sugerencias” a otra parte, principalmente a su país.

República Dominicana es una nación de tradición cristiana, y siempre ha abogado por la protección de la familia porque es el único escenario auténtico para la procreación humana, de modo que pretender vender el país como una especie de paraíso para homosexuales, es simplemente una idea inaceptable.

El Nacional

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