Cuando la ilusión comenzaba a asomar por la declinación de los casos de coronavirus, la incertidumbre ha vuelto a planear con el incremento de los contagios y la positividad que reflejan las estadísticas oficiales.

Si el virus llegó a estar controlado, como proclamó el presidente Luis Abinader, en la actualidad se está ante un inquietante retroceso que presagia más perturbación en el proceso de recuperación de las actividades productivas y recreativas.

La reunión de emergencia del Gabinete de Salud, que coordina la vicepresidenta Raquel Peña, da una nota de lo preocupante que es el cuadro sanitario. Solo el lunes se registraron 860 nuevos casos. Pero no es todo.

Ayer martes, como para que nadie se confunda, se reportó un repunte de la positividad diaria, alcanzando un 37.21% para un aumento de 5.79 puntos porcentuales respecto al lunes que fue de 31.42 %. Y para más alarma la ocupación de las unidades de cuidados intensivos (UCI) para pacientes de la covid subió a un 52 %, ya que de 449 camas disponibles hay 233 utilizadas.

La positividad acumulada también se disparó de 14.92 a 15.18 %. Y el balance de las últimas horas daba cuenta de 168,265 contagiados y 2,405 fallecidos.

La esperanza que se tiene con la vacuna, que según el Ministerio de Salud Pública comenzará a aplicarse a partir de marzo, se diluye bastante con el incremento de los contagiados y con la nueva cepa detectada en Gran Bretaña y que ya se ha propagado por varios países. Aunque no haya llegado por estos predios, la mutación ha impactado de manera negativa en la economía con la suspensión de los vuelos desde la nación europea.

El cuadro es gris. Después que parecía que se transitaba un proceso de recuperación, con la reanudación de muchas actividades, podría retornarse al estresante confinamiento, con un endurecimiento de las restricciones sanitarias. No hay de otra para combatir el virus que tantas vidas ha cobrado, pero también es necesario hacer cumplir las medidas sanitarias que muchos violan a la vista de todos.

Las perspectivas tal vez no sean muy sombrías, pero el panorama demanda tanto de las autoridades como de la población mayor empeño para hacer retroceder la curva o el pico de la enfermedad. Demostrado ha quedado que todavía no se está en condiciones de flexibilizar el protocolo adoptado para contener la propagación de un virus que ha provocado tantos estragos en la salud, la economía, la vida social y en todo.