El presidente de la República Luis Abinader dijo el día 22 de abril del 2024, en la rueda de prensa, La Semanal, celebrada en Santiago, que instalaría nuevas luces en el estadio Cibao y que se encargaría de resolver un problema en la Gran Arena Oscar Gobaira, el que luego revelaría.
Las opiniones del mandatario provocaron algarabía en el sector deportivo y como está próximo a cumplir un año, hago el recordatorio, porque ninguna de las dos instalaciones, han recibido nada.
El presidente de la República anunció la colocación de luces modernas al estadio Cibao de Santiago para el torneo 2024-25 de béisbol invernal.
Al referirse sobre la Arena del Cibao, expresó que hay cosas pendientes y que un poco más adelante ofrecerá detalles en torno a la instalación.
La promesa fue incumplida. El estadio Cibao sigue con el mismo sistema de luces instalado desde que fue inaugurado por el presidente Trujillo y la Gran Arena del Cibao, “es una bomba de tiempo”.
Presidente Abinader, los dominicanos no pedimos milagros, pero sí exigimos responsabilidad.
La Gran Arena del Cibao, emblemática instalación deportiva de Santiago, construida con esfuerzo público e inversión millonaria, hoy se cae a pedazos, mientras el gobierno guarda silencio. Es inaceptable que en su gestión, un recinto que genera ingresos por eventos y arrendamientos, esté siendo víctima de un deterioro tan evidente como misterioso, sin que las autoridades actúen.
¿Cómo es posible que desaparezcan tejas del techo —elementos pesados, difíciles de mover y visibles— sin que nadie dé explicaciones? ¿Dónde está la supervisión, el mantenimiento, la transparencia en el
uso de los fondos que genera la Arena? Su gobierno ha prometido eficiencia, pero este caso deja en evidencia una cadena de negligencias que huele a encubrimiento o, peor aún, a complicidad.
No basta con decir “cuando llegué ya estaba así”. Usted es el´Presidente. La responsabilidad no se hereda, se asume.
Si hay vigilancia policial 24/7 y aún así se pierden piezas del techo sin testigos, estamos ante un hecho que exige una investigación urgente. O se están robando las tejas bajo el amparo de la vista gorda, o hay una estructura institucional tan débil que ni lo evidente se detecta.
La Gran Arena del Cibao, no solo es un símbolo del deporte, es patrimonio del pueblo. Su deterioro no es un accidente natural, es el resultado de la indiferencia. Usted fue elegido para resolver, no para pasar la pelota.
Presidente Abinader, necesitamos respuestas, acciones concretas y sobre todo, respeto por la memoria y el futuro del deporte dominicano.
Por: Héctor García
hectorgarciasr@gmail.com