La intervención del presidente de Colombia, Gustavo Petro, sobre las 9.8 toneladas de cocaína decomisadas aquí confiere mayor dimensión internacional al operativo contra el narcotráfico.
Sobre el alijo habían hablado los gobiernos de Guatemala y Honduras, pero para desvincular a sus países de cualquier relación con el cargamento.
El presidente guatemalteco Bernardo Arévalo afirmó que el alijo había sido introducido en el país en el carguero que tenía como destino a Bélgica.
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Ahora el presidente colombiano agrega otro ingrediente al afirmar que la cocaína pertenecía a grupos armados de su país y que procedía de la zona de Catatumbo.
Quedan en el aire las interrogantes de cómo llegó la droga aquí y si estaba almacenada en el puerto multimodal Caucedo o en otro lugar. La versión de Petro compromete más la investigación de la DEA y la DNCD.