La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, asumió su responsabilidad con los controles que dispuso de los horarios para la venta de bebidas alcohólicas durante las fiestas navideñas.
Cedió con los límites de diferentes establecimientos, pero no así con los colmados, cafeterías y tiendas de licores, entre otros, para tratar de garantizar la seguridad como la tranquilidad de la población.
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Sin embargo, es necesario que las autoridades se aseguren, a través de una eficaz supervisión, que se cumplan con las restricciones sobre la venta de bebidas alcohólicas.
Los colmados, por los bajos precios y otras facilidades, se han convertido en pasatiempos para un sector. Pero es verdad que en muchos se exceden con la música a elevado volumen y se tolera a los parroquianos ocupar espacios públicos. La ministra de Interior y Policía ha sido consecuente.