La Policía Nacional impidió recientemente la realización de una protesta pacífica que harían decenas de ciudadanos frente al edificio de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, a pesar de que la actividad fue aprobada por el Tribunal Superior Administrativo, sentencia innecesaria porque los derechos a reunión y a expresión, establecidos en la Constitución, no requieren permiso.
Se trata de un ejercicio de intolerancia gubernamental impedir una protesta pacífica frente a la OISOE, un organismo innecesario y que desde su nacimiento ha sido fuente de generación de escándalos de corrupción. El último escándalo surge al suicidarse un ingeniero y destaparse una red mafiosa que dilapidaba recursos millonarios.
No obstante, el presidente Medina dispone un sospechoso incremento presupuestario a la OISOE de miles de millones de pesos para el 2016, el cual coincide con las elecciones generales.
Muchos dominicanos piensan que vivimos bajo sistema democrático por el disfrute relativo de libertades públicas y respeto a derechos humanos. No hay tal democracia, porque el país carece de una auténtica separación de poderes públicos, los que constituyen un círculo vicioso, pues unos y otros se escogen recíprocamente.
Y las supuestas libertades son circunstanciales, en la medida en que no afecten los intereses del colectivo que gobierna.
¿Y qué pasa en la actualidad? Que la gente se ha dado cuenta que Danilo Medina es igual o peor que Leonel Fernández y registra una acelerada caída en su popularidad, la cual ha bajado del 50%, lo que lleva desesperación e intolerancia gubernamental.
La reelección presidencial se tambalea y hay un escenario favorable para que la oposición aglutine disgusto poblacional y construya mayoría electoral, razón por la que el PLD empieza a mostrar su verdadera vocación dictatorial mediante la intolerancia y la opresión.
Dijo Robert Southey: “El furor de la intolerancia es el más loco y peligroso de los vicios, porque se disfraza con la apariencia de la virtud”. Preservar el orden público fue el “motivo” del impedimento de la protesta pacífica ante la OISOE. Pero ¿en qué momento se pretendió alterar el orden? El gobierno simplemente quiso enviar un mensaje de fuerza, pero olvida que quien tiene la voluntad tiene la fuerza.