Cuando vemos la última innovación de Apple, el esperado iPad, nos da la sensación de ver un iPhone que consumió esteroides.
Acostumbrados a productos diferentes y que muchas veces trazan la pauta de calidad, diseño, y tecnología fresca, el iPad, no importa su éxito o no de ventas y aceptación, es más de lo mismo y en este caso Steve Jobs, el mandamás de Apple, se ha apresurado a lanzar un producto catalogado como una Table-PC, que ni siquiera tiene el sistema operativo Snow Leopard X sino simplemente el del iPhone, me imagino que mejorado.
La única novedad visible del iPad sobre el iPhone, es su capacidad de leer libros con el iBooks aplication y una anunciada tienda de libros en línea que le hará una competencia abierta al Kindle de Amazon con el acierto de Apple que se podrán leer los libros del Kindle en el iPad, aunque ya se comenta que el iBookstore de Apple no tiene revistas disponibles, solamente libros, a diferencia de la librería de Kindle que sí los tiene.
La ventaja del iPad es que se pueden abrir las más de mil aplicaciones cacareadas por Apple, lo que no ofrece el Kindle, aunque hay que aclarar que el iPad costará el doble.
Y es que Jobs no ha sido original ni siquiera con el nombre, ya que Fujitsu utilizó este nombre en unos productos, y la alemana Siemmes lo utiliza para algunos motores.
Leyendo las especificaciones en Apple vemos que el iPad no tiene conector USB para complementar la poca capacidad en disco duro (el modelo de más capacidad tiene solamente 64GB) lo que hace el almacenamiento de vídeos algo limitado y su pantalla touch screen es la única ventaja sobre cualquier netbook de 250 dólares que puede navegar en internet, ver emails, jugar, abrir documentos y llevar agenda, entre otras similitudes con el iPad.
Por otro lado me he preguntado el target de público que usará el iPad, ya que no ofrece nada diferente a una netbook, y es muy grande para utilizarse como un teléfono enganchado en la cintura, con la desventaja que ni siquiera tiene cámara como el iPhone.
Sólo vemos el iPad como un accesorio de moda con el que no se hará nada diferente a lo que ya se hace; simplemente es un caramelo para compradores compulsivos que quieren poseer lo ultimo de Apple.
Realmente este Steve Jobs desmejorado en su salud, acostumbrado a supervisar hasta el diseño de las cajas en que se empacan sus productos, se ha apresuro a lanzar un producto que no revolucionará nada en la industria tecnológica.