Jaime Bayly es un escritor y comentarista peruano, residente en Miami, que produce un programa televisivo muy visto. Esta semana, en una de sus emisiones, atribuyó al doctor Leonel Fernández estar recibiendo colaboraciones millonarias de supuestos narcotraficantes venezolanos radicados en lugares turísticos del Este de nuestro país.

De las imputaciones del controversial intelectual hay que coger y dejar y no proceder a la descalificación del emisor bajo el alegato de que es un fabulador, anticomunista, drogadicto y bisexual. En un ejercicio de sinceridad el propio Bayly admite que en su juventud consumió drogras y que es bisexual. Tampoco oculta su hostilidad hacia regímenes de izquierda, sobre todo los de Cuba y Venezuela.

Bayly pertenece a un grupo de intelectuales peruanos de muy alta calidad, que encabeza Mario Vargas Llosa. Algunas de sus novelas, traducidas a varios idiomas, alcanzan dimensión universal. Empero, aborda temas políticos, particularmente del ámbito regional, como si fuese un volcán de pasiones, agregando, mediante estilo sosegado, alta carga de ironía con el uso de múltiples epítetos, que provocan risa en el auditorio y en los propios televidentes.

Intelectualmente es sobresaliente, su lenguaje es amplísimo y es un expositor cautivador, mantiene la atención del público. Políticamente es conservador, nunca se identifica con causas nobles y, como si fuera poco, es partidario de los excesos y la fuerza. Sin embargo, es un hombre bien informado y entre sus fuentes están los propios organismos de espionaje de Estados Unidos.

¿Por qué esa ligereza en la descalificación en torno a las imputaciones formuladas por Bayly en contra del doctor Fernández? ¿Por qué pensar, como piensan algunos, que es parte de una campaña sucia del sector de Danilo Medina, si Bayly fue tan fuerte con Leonel como con el propio Presidente? Además, ¿es la primera vez que Leonel se ve involucrado en escándalo de esta índole?

De las acusaciones de Jaime Bayly se puede coger y dejar. Pero es un anticomunista que actúa por convicciones.