A mitad del tercer cuarto del Juego 7 del domingo, Jayson Tatum estaba sintiendo su momento.
Los Celtics se estaban alejando de los 76ers. Estaban listos para un golpe de gracia

. Y Tatum estaba más que dispuesto a hacerlo. Al Horford acababa de disecar a Joel Embiid. El grandote veterano comenzó a hacer gestos a la multitud. Tatum comenzó a aplaudir, con una gran sonrisa en su rostro.

En la siguiente posesión, Horford colocó una pantalla para Tatum, quien caminó directamente hacia otro triple. Doc Rivers pidió tiempo fuera. Todavía quedaban 18 minutos en el juego, pero los Sixers fueron derrotados. TD Garden fue ensordecedor. Las emociones superaron a Tatum, quien dejó escapar un grito y luego un mensaje de cuatro palabras mientras señalaba el parquet.

“¡Esta es mi ciudad!” Tatum rugió.
Era su día. Su momento.
“Mis emociones sacaron lo mejor de mí en ese momento”, dijo Tatum. “En el buen sentido.”
No había mucho más que decir.

En una de las etapas más importantes de su carrera en el baloncesto, Tatum entregó el mejor juego de su carrera, uno de los mejores en la historia de los playoffs de los Celtics. Cincuenta y un puntos, un récord del Juego 7 de la NBA, con 13 rebotes y cinco asistencias.

Obtuvo cánticos de MVP de una multitud ensordecedora de Boston durante una tarde épica. Fue la actuación de su vida llevar a los Celtics a una victoria aplastante de 112-88, despachar a los 76ers de Filadelfia y avanzar a las Finales de la Conferencia Este una vez más.

“Es una película. Es una gran película”, dijo Marcus Smart. “Ser capaz de simplemente sentarse, comer palomitas de maíz y mirar”.

Los Celtics, después de otra serie desafiante y borrar un hoyo de 3-2 contra los Sixers, serán los anfitriones del Juego 1 de las Finales de la Conferencia Este contra el Miami Heat el miércoles por la noche.

Si bien Tatum puede haber sido la razón por la cual los Celtics finalmente superaron a los Sixers, estuvo lejos de ser la mejor serie de Tatum. Tuvo un fracaso en el Juego 2, aunque no importó. Empezó mal en los Juegos 4-6. Pero entregó cuando los Celtics más necesitaban a su superestrella. Anotó 16 puntos en el último cuarto para llevarlos a una victoria en el Juego 6 en Filadelfia antes de la tarde histórica del domingo.

Tatum se mantuvo comprometido en ambos extremos a través de las luchas. Se apoyó en los ánimos de sus compañeros. Y la forma en que cerró el Juego 6 proporcionó algo de alivio.

“Creo que al entrar en el Juego 6, yo también lo estaba, suena loco, estaba demasiado encerrado”, dijo Tatum. “Estaba demasiado apretado, demasiado en mi propia cabeza pensando, ‘¿Qué tengo que hacer? ¿Cuántos puntos tengo que anotar? Sabes, este es un gran momento. …

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(Inicio Final Conferencia Oeste)

Por: STEVE HEWITT
Boston Herald