¿Qué cosa ha provocado que el presidente Danilo Medina haya tenido, durante todo este cuatrienio, una aceptación popular por encima de lo común, y no así algunos de sus funcionarios? Pues, definitivamente, que la confianza.
La mayoría de la población tiene confianza en la conducta y en el accionar diario del presidente.
Ello así, porque él ha tenido la oportunidad, durante estos cuatro primeros años, de demostrarle a la ciudadanía, sin ningún tipo de demagogia, sus buenas intenciones para que los dominicanos tengamos un país con mayor crecimiento y desarrollo socioeconómico, en donde no sólo se tome en cuenta las necesidades de los sectores más pudientes de la nación, sino, también a todos los estamentos de menos ingresos.
Sin prisa pero sin pausa, Danilo Medina ha estado haciendo lo que nunca se había hecho en áreas tan complejas y exigentes como son la salud y la educación, por tan sólo citar dos ejemplos.
Ahora bien, sectores de nuestra sociedad tienen la sensación de que esa confianza que se manifiesta con el presidente no ha sido bien aprovechada por algunos de sus funcionarios.
Por tal motivo, lo mejor que pudiesen hacer todos los funcionarios, los que están y los que quizás vendrán, es respetar y hacer respetar el Código de Pautas Éticas. Y siempre, bajo cualquier circunstancia, manejar con responsabilidad los fondos públicos.
De ese modo se acercarán y sacarán provecho del correcto y aplaudible comportamiento de un estadista de las condiciones del presidente Danilo Medina.