POR: Juan Arístides Taveras Guzmán

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El doctor Juan Esteban Olivero Féliz se graduó de doctor en Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Con más de treinta años de ejercicio profesional y de reconocida fama, con Maestría en Ciencias Políticas y en Derecho Electoral en Venezuela. Fue ccuatro veces Diputado al Congreso Nacional, dos veces Diputado a la Asamblea Constituyente. Embajador de la República Dominicana en Corea, Procurador Fiscal del Distrito Nacional, Superintendente de Seguros, Asesor de la Superintendencia de Seguros, Asesor del Senado de la República, Consultor Jurídico de la Liga Municipal Dominicana. Como ilustre abogado trabajo en varias empresas de reconocida solvencia, entre ellas: Metaldom, Vimenca y Presidente y fundador del Bufete Olivero Rodríguez y Asocs. Fue un político transparente, honesto y capaz que ocupo por muchos años la posición de delegado político del PRSC ante la Junta Central Electoral.

Recuerdo que dentro de sus distintas facetas, que una vez cuando nosotros dirigíamos el Partido Reformista PRSC, veníamos de un cursillo de formación política de Jarabacoa, a media noche bajando la famosa cuesta de esa importante vía, aun no acondicionada como en estos tiempos, quien suscribe iba al volante, y un ligero segundo de indecisión nos estuvo al precipitar al abismo. Al otro día al regresar a dicho cursillo y ver el lugar del incidente, fue que nos desesperamos con lo que pudo haber acorrido en uno de los tantos trabajos que ambos hicimos luchando por nuestro partido y la corriente del Balaguer histórico.

Recuerdo que el llego primero que yo al Reformismo y fue de sus fundadores y siempre se le ocurrían, cuando no se esperaba, salidas geniales, siempre tratando de defender al Balaguer histórico, inclusive jugándosela políticamente para enderezar entuertos que en política cometen los gobiernos.

A veces diciéndolas entre comillas. Olivero Feliz e hijos, quiero decirles que su padre fue un hombre a quien admire, fue humilde pero muy digno de nacimiento y de vida. Recordamos con admiración sus trabajos, sus inquietudes de soles, su gracia política y virtudes, que si hubiese actuado con ambición, tan común en muchos políticos en el mundo en todos los tiempos y hoy más aun, hubiese amasado fortunas, naturalmente expuesta dicha fortuna a los corruptos que siempre aparecen revestidos de empresarios, antagónicos políticos, especuladores e inescrupulosos que llegan a destruir partidos, familias honestas y organizaciones. Les reitero nuestro sentido pésame a todos los familiares y allegados de la familia Olivero Féliz.

Por otro lado, elevamos nuestras condolencias a los familiares de mi recordado amigo, el notable general Juan Ramón de la Cruz Martínez, y esperamos la pronta recuperación de sus familiares, luego del lamentable accidente ocurrido en las últimas horas. Hasta el próximo Jueves.