Uno es una leyenda de los Marineros del pasado y el otro es una superestrella en ciernes.
Y mientras Ichiro ingresa al Salón de la Fama de los Marineros el sábado, y Julio Rodríguez sigue insinuando su camino hacia la conciencia nacional , es conmovedor y de alguna manera apropiado saber que el vínculo entre estos antiguos y futuros reyes del béisbol de Seattle es fuerte, y cada vez mayor.

“Sucedió tan naturalmente que ni siquiera tienes que decir que tenemos un vínculo especial”, dijo Ichiro, hablando a través del intérprete Allen Turner. “Es como si siempre hubiera estado ahí. Y tal vez eso es especial, porque es algo tan natural que simplemente se unió. Tal vez eso es lo que es especial.

Comenzó en los entrenamientos de primavera de 2019, la fase previa al fenómeno de la carrera de J-Rod, cuando el joven de 18 años con los ojos muy abiertos llegaba desde uno de los campos traseros. Se detuvo en seco cuando vio a Ichiro, entonces de 45 años y a pocas semanas de retirarse, haciendo columpios en la jaula. Rodríguez corrió de regreso a su casillero, tomó su teléfono y tímidamente se acercó a Ichiro para pedirle una foto. Ichiro obedeció, y la instantánea resultante todavía tiene un lugar codiciado en la colección de J-Rod.

La primavera siguiente, la primera de Rodríguez en un campamento de Grandes Ligas, un día se encontró sin un compañero de lanzamiento y le preguntó a Ichiro si jugaría a atrapar con él. Y así se formó el siguiente nivel de su relación. A partir de entonces, jugaron a la pelota todos los días en Arizona, y también lo hicieron las siguientes dos primaveras, cuando Ichiro pasó a la siguiente fase de su carrera como “asistente especial del presidente” y entrenador de facto. Uno tiene la sensación de que serán compañeros de captura mientras los dos permanezcan en Seattle.
“Siento que, una vez que comienzas con alguien jugando a atrapar, te quedas con ellos”, dijo Rodríguez.

Gradualmente, Rodríguez se sintió lo suficientemente cómodo con Ichiro para comenzar a darle bromas cuando lo llevó a la práctica de bateo, y para dejar que su personalidad efervescente se mostrara a pesar de tener la mitad de la edad de Ichiro. Y para absorber el conocimiento de que el hombre con más de 3,000 hits, 500 bases robadas, dos títulos de bateo, el récord de hits de la temporada de la MLB y 10 Guantes de Oro está ansioso por transmitir.

Ichiro, quien todavía se pone el uniforme para los juegos locales de los Marineros y participa en los ejercicios previos al juego durante la temporada regular, tiene una regla general: no necesariamente ofrecerá consejos no solicitados a los jugadores, pero si se le acercan, les impartirá todo el conocimiento que necesita. pueden. Julio no es reacio a hacerlo y empaparse de todo, como dijo, no solo del béisbol sino de la vida.

“Yo diría que nuestra relación es increíble”, dijo Rodríguez. “Siento que es alguien en quien siempre puedo confiar para preguntar cualquier cosa”.

Acuerdo grandioso