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La Constitución restablecería el nunca jamás

La Constitución restablecería el nunca jamás

La próxima reforma a la Constitución, para lo que se creó una comisión que integran miembros del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), buscará restablecer la fórmula de dos períodos y nunca más, asumiendo el sentir del 80 por ciento de la población que estaría a favor de esa fórmula, como se estableció en el 2002, se dijo en fuentes autorizadas.

De acuerdo a estudios de especialistas y juristas, la Constitución del 2010 recogió prácticamente todas las solicitudes fruto de esa consulta para la reforma del 2002, tuvo en cuenta el sentir popular en la mayoría de las modificaciones, amplió derechos y modernizó el marco normativo, pero desoyó dejar la Carta con los dos períodos consecutivos.

“De manera que, la situación que hoy día se debate en la sociedad dominicana, frente a un presidente como Danilo Medina que goza de una altísima valoración pública, es volver a lo que fue el sentir popular, de dos períodos consecutivos y nunca jamás”, indican.

“El 9 de octubre del 2006 el gobierno convocó a una gran consulta popular para conocer la opinión ciudadana sobre el tema y sus diversos aspectos, incluyendo la reelección y en la mayoría de los 154 municipios existentes en el momento, las personas deseaban que se quedara como estaba: dos mandatos y nunca jamás”, dice el documento.

El 48 por ciento de los consultados defendió la opción conocida como el modelo norteamericano y en ese momento solo un 13% eligió que fuera dejando pasar un período y el 11 por ciento que existiera la reelección de manera indefinida.

Peor modelo

Entienden es improcedente tratar condicionar una reforma en que se haga una consulta que ya se hizo en el 2006, además de que el actual modelo es el peor de los posibles.

“Hoy el liderazgo político y social tiene la oportunidad de responder con responsabilidad y de enmendar esta situación que impide el surgimiento de nuevos liderazgos y obstaculiza la consecución de muchos programas de gobiernos.

“Es decir, no sirve a los intereses políticos de la necesaria renovación, ni a los de la estabilidad política y es legítimo que se reforme como quiso y quiere la población”, dicen.