Semana

La contaminación de la sociedad

La contaminación de la  sociedad

Director Instituto Dignidad Humana de la Policía

Cuando hablamos de contaminación social nos estamos refiriendo a un conjunto de elementos y situaciones que exhiben los barrios, ciudades y comunidades que afectan sensiblemente el sano desarrollo de la sociedad.

Un recorrido nos permite darnos cuenta del alto nivel de contaminación que padece nuestra sociedad. La proliferación de armas de fuego, bancas de apuestas y centros de expendio de bebidas alcohólicas es cada día más evidente.

Si a todo esto se le suma el incremento del uso de drogas narcóticas, la difusión de la violencia por los medios de información, el hacinamiento y la presencia cada vez más numerosa de una población extranjera sin educación y carente de las más elementales prácticas de salubridad y moral, tenemos que colegir que nuestro futuro es incierto.

Otro fenómeno negativo que exhibe nuestra sociedad, es el elevado número de madres solteras, decimos esto porque entendemos que lo ideal sería que los niños se desarrollaran además de sus madres, con el respaldo moral y económico de sus padres, la vida de una madre soltera que hace las veces de padre en un ambiente hostil como el nuestro es muy difícil; sin embargo, gran parte de estas mujeres estudian, trabajan y enfrentan con valentía las adversidades de la vida para levantar a sus hijos que muchas veces no son deseados porque son el resultado de una relación irregular.

Al visitar gran parte de las universidades podemos comprobar que más del setenta por ciento del estudiantado son mujeres, no sucede lo mismo con los hombres que muchos de ellos ni estudian ni trabajan.

Los celulares, las tabletas y las computadoras, sin lugar a dudas que son instrumentos muy útiles para difundir el conocimiento y hacer más eficaz la comunicación, sin embargo, en la mayoría de los casos estos instrumentos son utilizados para hablar sandeces, ver pornografía y difundir material contaminante, convirtiendo a estos equipos tecnológicos en instrumentos nocivos a la sociedad.

Con frecuencia los diarios nacionales difunden noticias como estas: “Hombre mata a su mujer y luego se suicida”- “Hombre mata a su ex pareja, mata a sus hijos y luego intenta quitarse la vida”- “Mujer mata a su pareja y huye”- y todo esto tiene su origen en múltiples causas, por eso se dice que el fenómeno de la violencia es multicausal porque es generado por un sin número de situaciones tales como el consumo de alcohol, las drogas, las precariedades económicas, el hacinamiento, la falta de educación de los padres, la ociosidad, la proliferación de armas de fuego, bancas de apuestas, entre otras causas, como lo es la contaminación ambiental, que podría considerarse como parte de la contaminación social; pero esto es otro tema que podríamos tocar en otra entrega.

Parecería que nos imponen ritmos musicales que contaminan el ambiente social dominicano, decimos esto, porque algunos de estos ritmos sólo invitan al sexo desenfrenado, a la violencia, al consumo de bebidas alcohólicas, drogas narcóticas y a la perversión social, también nos imponen hábitos alimenticios de comidas nocivas a la salud.

Todo esto trae como consecuencia la deserción escolar, el embarazo prematuro de adolescentes, el alcoholismo, el consumo de drogas, la violencia en todos los órdenes, la desintegración familiar, y lo que es peor aún, el incremento de la delincuencia.

Si queremos una sociedad mejor debemos preservar y fortalecer la institución de la familia, enfrentar el fenómeno de la deserción escolar, integrar más jóvenes al mercado laboral, a propósito de esto, porqué razón en nuestro país y según un estudio reciente hay más de setecientos mil jóvenes que no estudian ni trabajan. Un joven que no estudia ni trabaja es una persona que está en situación de alto riesgo, que puede ser absorbido por la delincuencia.

El problema de la inseguridad ciudadana nos afecta a todos, tanto al ciudadano común, como a las autoridades del gobierno, incluyendo a los agentes de la policía que provienen de los estratos más humildes de la sociedad y padecen también las mismas vicisitudes.

Observar toda esta situación tan evidente que no sólo ocurre en nuestro país, sino en gran parte de Latinoamérica, que es una de las regiones más violenta del mundo, nos invita a preguntarnos, si todo esto es espontáneo o por el contrario es inducido como mecanismo de control social, nos resistimos a creer que esto sea así.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación