Articulistas Deportes

La Inmortalidad de Héctor Cruz

La Inmortalidad de Héctor Cruz

Héctor J. Cruz

Fruto de nuestra amistad, aunque muchas personas se preguntan:

¿Cómo son amigos dos personas tan difíciles? Diversos tópicos han

unido durante cinco décadas al periodista Héctor J. Cruz y su familia

con quien ésto escribe y los míos.

Por ésta y otras razones, me ha sido difícil escribir una felicitación

por sus más recientes logros, como son, sus elecciones de Cronista

del Año, de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo y su escogencia para ser exaltado al Salón de la Fama del Deporte Dominicano.

Me encuentro entre los pocos cronistas deportivos que hacen opinión escrita en el país y muchos críticos me tildan de “grosero y ácido” en mis comentarios, lo que respeto en toda la extensión de sus palabras.

Pero sacando de las reservas, pienso que debido a su constancia en

su trabajo, Héctor J. Cruz ha logrado sus objetivos y por ende lo

felicito públicamente. Ya lo hice en términos personales.

Me alegró sobremanera, saber de su elección, repetida como el mejor cronista deportivo de la Capital, en prensa escrita y devuelvo lo que me dijo, cuando obtuve ese galardón, pero en televisión en el 2005. “Eres un fajador, muy difícil de caerle atrás”.

¡Felicidades hermano por tu éxito! , agregó.

Junto al joven periodista Marcos Nivar, quien trabaja para Héctor José y también me acompaña en una sesión especial en mi programa

de televisión:Momento Deportivo, conversé casi una hora con el galardonado y no son pocas las opiniones favorables sobre el diálogo que sostuvimos.

No fue fácil la conversación en televisión, porque él como productor, en oportunidades se le olvidaba que no era el entrevistador, sino que estaba siendo entrevistado y tuve que recordarlo en ocasiones.

Se trató de un diálogo que dio a conocer a los televidentes los inicios,

de la brillante carrera y la vida en lo personal del periodista deportivo, nacido en Villa Altagracia, donde trabajaba su padre, pero criado de Tamboril.

De todas maneras, fue para mí muy complaciente, ayudarlo a desarrollar el tema de su vida, porque lo he visto trabajar tan duro cada día, que sus logros obtenidos, no solo me honran, sino que pienso que nadie más que él lo merece.

Honor para Héctor José, su esposa Margarita, hijos, familiares todos

y sus amigos, entre los que me encuentro.

Otra cosa: “No quiere que de ahora en adelante lo llamen Inmortal,

como se les dice a los exaltados al Salón de la Fama del Deporte”.

¿Por qué piensa así? Por lo difícil de tratar que es ese fraterno amigo, digo yo.

Concluyo con una de mis entregas más difíciles, la que dudé escribir, pero es necesario honrarlo.

;¡Salud apreciado hermano por tu trabajo bien hecho!

En lo que respecta a mi familia y a mí, nos sentimos felices y con ganas de que continúe obteniendo grandes distinciones.

Por Héctor García
hectorgarciasr@gmail.com

El Nacional

La Voz de Todos