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La RD en Glasgow

La RD en Glasgow

José Antonio Torres

Generar un espacio de reflexión y vinculación del conocimiento científico por una acción climática coordinada y promover el uso de la evidencia científica para generar políticas públicas sostenibles para la adaptación y mitigación del cambio climático a nivel regional, fueron los principales objetivos de la Segunda Conferencia “Evidencia científica y políticas públicas: Cambio Climático en América Latina y el Caribe”, que se realizó de manera virtual  el pasado mes de septiembre en Chile.

Uno de los ejes de ese encuentro estuvo en revisar las conclusiones y las nuevas informaciones científicas sobre el tema.

Durante cuatro días, expertos de la comunidad científica internacional e investigadores de América Latina y el Caribe, compartieron miradas, reflexiones y experiencias sobre los resultados del reporte de la cumbre anterior, pero nada se hizo.

Mientras desde ayer delegados de 130 países, incluyendo varios presidentes, se sientan al calor generado por el cambio climático y las bajas temperaturas de la ciudad de Glasgow,  Escocia. Ahí hay una delegación de República Dominicana, solamente como parte de los oyentes porque como nación es poco lo que podemos aportar en esta materia, ya que los grandes contaminadores estarán ausentes.

Xi Jinping, presidente de China, el mayor emisor de dióxido de carbono, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, no acudirán a Glasgow. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, también decidió no viajar, según indicó la agencia estatal turca Anadolu, que no dio un motivo para el cambio de planes.

De su lado, Joe Biden, dijo que las acciones que se realicen durante esta década para contener el cambio climático serán decisivas para evitar el sufrimiento de las futuras generaciones.

“Ninguno de nosotros puede escapar de lo peor que está por venir si no aprovechamos este momento”. “¿Haremos lo que sea necesario?”, se ha preguntado. “Esta es la década que determinará la respuesta”, indicó el demócrata. “Podemos crear un entorno que eleve el nivel de vida en todo el mundo”, dijo. “Este es un imperativo moral, pero también es un imperativo económico”.