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Al presidente Antonio Guzmán había que sacarle los datos con preguntas directas, durante inauguraciones y otras actividades, y en su gestión se instalaron las principales unidades de relaciones públicas gubernamentales.

El otro presidente del PRD, Salvador Jorge Blanco, contestaba en actos especiales, y cada jueves conversaba con los periodistas al término de las Audiencias Populares palaciegas y provinciales. Donó el solar para la construcción de la Casa Nacional del Periodista, en el Centro de los Héroes. Se estampó como repelente.

En su nuevo gobierno de 1986-1996, Joaquín Balaguer se mostró más receptivo con los periodistas, y a través de un amigo de quien escribe nos mandó el recado de que quería ser parte del Colegio de Periodistas, porque en la década de 1920 ejerció, en La Información de Santiago, como redactor y articulista, sueño que no se cumplió porque durante su mandato varios periodistas cayeron abatidos. En 1992 construyó el edificio periodístico.

El presidente Leonel Fernández, catedrático de la comunicación, resaltó que no se peleaba con sacerdotes ni periodistas, con los cuales confraternizó. En 2006 remodeló y equipó la Casa del Periodista, recibió un reconocimiento y fue juramentado como miembro honorífico de la organización.

El mandatario Hipólito Mejía hablaba con los periodistas hasta tres veces en un solo día. Se caracterizó por ser jocoso e intolerante -arrestó a varios comunicadores-, aunque le ofreció un gran respaldo al Colegio Dominicano de Periodistas (CDP).

Danilo Medina ha sido el más apagado, huidizo e insulso de los presidentes, y apenas abrió los brazos para hacer buenas migas e intimar con una camada de buenos allegados redactores élites y comentaristas.

Luis Abinader descuella como el jefe de Estado más sincero y abierto, que comenzó en el 2020 innovando con un nuevo estilo de suministrar informaciones: el Twitter, hoy X. Prosiguió, desde el 28 de agosto de 2023, con La Semanal con la Prensa.

En este evento, en el que participan unos 50 reporteros, productores radiotelevisivos, comentaristas, articulistas, influencers y comunicadores de los pueblos, que preguntan sin cortapisas ni temores a que sean sacados prisioneros, como cuando Trujillo Molina.

Mostrando una excelente memoria y un dominio de los contenidos visualizados, Abinader escucha atento las denuncias que le exponen de frente, y lo enteran de situaciones que no han llegado a sus oídos. Contesta con claridad y toma apuntes para averiguar e instruir a funcionarios.

La Semanal con la Prensa ratifica el estudio de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que coloca a la República Dominicana en el primer peldaño del ranking de la libertad de expresión y difusión del pensamiento. ¿Hasta cuándo nos nutriremos de ella?

Durante la regencia de los ocho gobernantes de la Era democrática, el Palacio Nacional se convirtió en la principal fuente noticiosa del país.

Por: Oscar López Reyes
oscarlopezperiodista@gmail.com