Opinión Articulistas

Las clases no se suicidan

Las clases no se suicidan

Orlando Jorge Villegas

La frase que titula este artículo es adjudicada, no expresamente, sino más bien como conclusiones de diferentes textos, a Karl Marx y/o Pierre Bourdieu. Lo cierto es que su significado revela que una de las condiciones más difíciles de la naturaleza humana es la protección de los intereses colectivos, pues lo común es, en buen dominicano, “halar cada quien para su lado”.

Si analizamos las sociedades que en la última década han sido víctimas del populismo, de dictaduras o democracias débiles, encontraremos que algún sector de la sociedad, importante para el sustento de la estabilidad política, social o económica, llevó a cabo un suicidio de sus intereses. Y cuando me refiero a intereses, hablo de los colectivos, de los que agrupan al empresariado, a los partidos políticos, a los medios de comunicación, a los gremios, etc.

La República Dominicana, a pesar de los retos y desafíos que constantemente se presentan, sin importar quien gobierne el país, ha logrado mantener una estabilidad en lato sensu. No ha habido forma de que un experimento populista, retrógrada o inestable amenace a la sociedad.

Esto se debe en gran parte a que, aún con sus diferencias, existe una consciencia colectiva de los intereses que agrupan a los poderes fácticos. Muchos pudieran pensar que, en algunos casos, esa protección grupal pudiera significar una complicidad con malas prácticas, desigualdades, entre otras realidades que subyacen en el país. No obstante, el sustento de la estabilidad reside en esa capacidad de preservación de las columnas que mantienen nuestro sistema imperfecto.

Recientemente, me preocupa cómo uno de esos sectores, el de los medios de comunicación, viene experimentando un posible suicidio de clases, sobre todo luego de que el gobierno del presidente Donald Trump, revelara que la USAID financió periodistas en diferentes países para llevar diferentes agendas. Esto ha provocado que, cual trinchera de guerra, diferentes líderes de opinión comenzaran a atacarse, unos acusando a otros de ser parte del entramado de la USAID, otros defendiéndose y llamando difamadores a los otros.

Quien pierde en este pleito es la industria de los medios de comunicación, y los líderes de opinión como segmento social que moldea la visión y pensamiento de los dominicanos. Este tipo de “dimes y diretes” entre profesionales del periodismo y la comunicación llevará a la canibalización de nuestra sociedad.

Si los que aparecen en las diferentes pantallas comunicando en nuestro día a día se la pasan entre insultos, no habrá credibilidad en el periodismo, trayendo consigo una crisis de confianza grave que afectará todos los estamentos sociales.

Por: Orlando Jorge Villegas

ojorge@jvmediagroup.com

El Nacional

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