Es tanto lo que representa que el concepto madre trasciende su significado. Madre es mucho más que maternidad. También es amor, sacrificio, abnegación y, de acuerdo con algunas teorías, el eje principal del hogar y del núcleo familiar en torno al cual gira y se organiza la sociedad.
La nota comercial que al menos en este país domina la celebración del Día de las Madres es secundario. E incluso puede hasta justificarse por la arraigada tradición de simbolizar los sentimientos de cariño, devoción, respeto y compromiso a través de presentes.
El solo hecho de la maternidad, gracia a la cual la humanidad ha podido reproducirse, hace a las madres merecedoras de un especial reconocimiento en un día especial. Aunque no se discuta que por su labor dentro y fuera del hogar para crear una familia todos los días sean de la madre. Sobran los ejemplos de sacrificios heroicos de muchas que han derribado los obstáculos más desafiantes para criar y educar a sus hijos.
El Nacional no solo felicita a todas las madres en su Día, sino que confía en que cada mujer que ha tenido el don de alumbrar reciba el sincero homenaje de que es digna en una fecha consagrada para halagarla y reverenciarla.
Plausible
Entre las múltiples propuestas que se han formulado al presidente electo, una de las más sensatas ha sido la del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez tanto sobre las prioridades de la gestión que iniciará a partir del 16 de agosto como en cuanto a la estructuración del gabinete.
Lo primero es que el licenciado Danilo Medina necesita que todos los funcionarios le allanen el camino con decisiones como la que acaba de anunciar el procurador general de la República, Radhamés Jiménez Peña, de renunciar del cargo una vez el actual mandatario ceda el poder a su sucesor.
El problema puede ser complejo en vista de que los actuales funcionarios tuvieron una participación destacada en el proceso electoral. Aún así lo sensato, sin embargo, es que se quite presión al nuevo mandatario en la conformación del gabinete. Por más que cueste el sacrificio.
Además de un cambio de funcionarios, figuras como López Rodríguez estiman que las próximas autoridades deben propiciar una drástica reducción de salarios, así como priorizar sus esfuerzos en el campo, la educación y la salud. Se trata de un sentir que tanto el presidente electo como los actuales funcionarios, incluyendo a los que más pudieran contribuir con el triunfo en el proceso electoral, deben asimilar.

