Santo Domingo.-La embajadora de los Estados Unidos en la República Dominicana, Leah Francis Campos, afirmó este martes que el país es “uno de los socios más fieles y estratégicos de Washington en el Caribe”, al destacar que la cooperación bilateral fortalece a ambas naciones y se fundamenta en soberanía, respeto mutuo y prioridades compartidas.
La diplomática aseguró que “cuando Estados Unidos y la República Dominicana trabajan unidos, ambos se hacen más fuertes”, y reiteró que la relación permite que cada nación coloque sus propios intereses en primer lugar.
Estas declaraciones fueron ofrecidas durante la conferencia “Estados Unidos y la República Dominicana: seguridad, fortaleza y prosperidad”, presentada como parte del almuerzo de diciembre organizado por la Cámara Americana de Comercio (AMCHAMDR). El encuentro reunió a líderes empresariales, representantes diplomáticos y autoridades locales.
Campos articuló su discurso en torno a tres ejes principales, seguridad, fortaleza económica y prosperidad compartida, que, aseguró, definirán su gestión diplomática en el país.
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La embajadora subrayó que estos pilares forman parte de una visión de trabajo conjunto orientada a resultados concretos.
Seguridad: frenar el dinero ilícito
En el área de seguridad, Campos afirmó que la lucha contra el crimen financiero es una prioridad para ambas naciones.
“Cuando detenemos el flujo de dinero ilícito, protegemos puestos de trabajo, familias y comunidades, y preservamos la credibilidad institucional”, expresó.
Sostuvo que Estados Unidos reforzará la colaboración con las autoridades dominicanas para combatir el lavado de activos, el narcotráfico y otros delitos transnacionales.
Afirmó que una mayor seguridad beneficia directamente la estabilidad regional y el clima de inversión.

La diplomática insistió en que la cooperación bilateral seguirá ampliándose para enfrentar amenazas comunes.
Fortaleza económica y nearshoring
En cuanto a la fortaleza económica, Campos reafirmó el compromiso de su embajada de promover los intereses comerciales estadounidenses mientras se impulsan oportunidades de crecimiento compartido.
Destacó el potencial del nearshoring y la creciente integración dominicana con la industria de semiconductores de Estados Unidos, calificando este sector como estratégico para la relación bilateral.
Dijo que es “un momento ideal” para ampliar alianzas económicas, tecnológicas y logísticas.
La embajadora indicó que este enfoque permitirá generar empleos de calidad, innovación y mayor competitividad para ambos países.
Prosperidad y clima institucional
Sobre el pilar de prosperidad compartida, Campos valoró los avances institucionales y regulatorios alcanzados por la República Dominicana, señalando que estos han fortalecido su atractivo para inversiones estadounidenses.
Indicó que trabajará para ampliar proyectos conjuntos que generen más oportunidades económicas y entornos productivos sostenibles.

Afirmó que su misión estará guiada por acciones que promuevan una prosperidad equitativa para ambas naciones.
Campos afirmó que ve “condiciones excepcionales” para profundizar la cooperación en los próximos años.
Visión del empresariado
Tras su intervención, la presidenta de AMCHAMDR, Francesca Rainieri, resaltó que la República Dominicana se ha consolidado como un socio estable, confiable y competitivo para Estados Unidos, especialmente en el contexto global que exige cadenas de suministro resilientes.
Rainieri destacó el dinamismo económico del país y su rol como hub regional de inversión.
El vicepresidente ejecutivo de AMCHAMDR, William Malamud, sostuvo que la alianza público-privada ha permitido avances medibles en el clima institucional dominicano.
Aseguró que estos progresos fortalecen aún más la relación bilateral y el atractivo del país para nuevos negocios.

